Prometía ser especial, prometía ser emocionante y prometía ser divertido. Y así ha sido. Hoy ha tenido lugar la “Salomon Ultra Pirineu, el reencuentro”, una edición peculiar y diferente que ha puesto la piel de gallina a muchos. Este fin de semana los miembros del equipo Salomon de hace diez años y los del actual, el Salomon Iati, se han reencontrado para revivir una Salomon Ultra Pirineu distinta, ya que la duodécima edición, que tenía que celebrarse este mismo fin de semana, tuvo que cancelarse debido a la pandemia de la Covid-19.
Los dos equipos se han citado en Bagà para completar por relevos los 94 km y 6.200 m + de la Ultra Pirineu divididos en cinco tramos. Recorrer el trazado en un amistoso duelo por equipos era la excusa para compartir, volver a las montañas, a la plaza Porxada, a la magia del recorrido y al #timetoplay.
Sonrisas y “codos” como salutación en lugar de los ansiados abrazos. Así se saludaron el viernes por la tarde todos los componentes de los dos equipos al llegar a Bagà. Iker Karrera, Nerea Martínez, Mònica Aguilera, Aurelio Olivar y Agustí Roc por un lado y Aritz Egea, Ainhoa Sanz, Eli Gordón, Jan Margarit y Tòfol Castanyer, por otro. Y en la distancia, Miguel Heras y Cristofer Clemente, que no pudieron acudir a la cita. Una mezcla entre experiencia, veteranía y juventud pero sobre todo mucha ilusión. “Estoy muy ilusionado y feliz de estar aquí y reencontrarme con todos, en la primera edición de 2009 corrí junto a Nerea y Mònica y tengo muy buenos recuerdos”, constata el veterano Aurelio Olivar, que quedó quinto en 2009.
“Cuando nos hemos reencontrado esta tarde el primer recuerdo que nos ha venido a la cabeza ha sido el mismo para los dos”, explicaba Castanyer. “En la UTMB del 2014, después de estar batallando los dos durante los 170 km de recorrido, al llegar a meta nos fundimos en un abrazo que no olvidaré nunca”, recordaba Karrera.
Después de charlar, bromear, recordar y contar batallitas los integrantes de ambos equipos se repartieron los tramos del recorrido y trazaron la estrategia a seguir para dar vida a los 94 km en un año y una edición tan atípica. Más tarde compartirían sus sensaciones en el directo que se emitió por redes sociales, con visita sorpresa de la corredora Laura Orgué, y que se puede recuperar en este enlace. También hubo tiempo para repasar fotografías antiguas o intercambiar calzado, mochilas y equipaciones de otros años.
Este primer encuentro solo fue un pequeño preludio del mar de emociones que habría durante toda la jornada del sábado.
Frío, viento y aún de noche. Con este clima, a las 7 de la mañana, Agustí Roc y Jan Margarit han dado comienzo a esta edición tan especial desde la famosa plaza Porxada de Bagà, con el arco de salida tradicional y la clásica banda sonora de El Último Mohicano. Este año sin estar abarrotada de corredores y sin el calor del público pero igualmente emotiva, llena de nervios y caras de ilusión. A los dos corredores los separan 26 años de diferencia pero los unen la misma sonrisa de oreja a oreja y los ojos llenos de ilusión, como dos niños pequeños.
Codo con codo y siguiendo un mismo ritmo han pasado juntos por el refugio de Rebost acompañados de la luna llena y de las vistas espectaculares de la cima del Pedraforca teñido de rojo por las primeras luces del sol y tímidamente de blanco por la nieve caída durante la noche. Después de 1h55’ y recorrer 14 km y 2.000 m + han llegado al refugio Niu de l’Àliga, cubierto de nieve en un paisaje atípico para la época, para dar el relevo a la siguiente pareja, Mònica Aguilera, tercera en la primera edición de la prueba (2009), y Eli Gordón. La primera pareja femenina ha llegado hasta Collet de Font Freda con un tiempo de 2h12′ después de 17 km y 640 m +.
Allí era el turno de los vascos Iker Karrera, tercero en 2010, y Aritz Egea, enfrentándose a uno de los tramos más exigentes con 25 km y 1.300 m + hasta Gòsol, pasando por el emblemático Pas de Gosolans, hoy cubierto de niebla y de una fina capa de nieve. Después de correr durante 3h10′ han llegado a la par a Gòsol.
El cuarto tramo estaba en manos de Tòfol Castanyer y Aurelio Olivar, que han recorrido el tramo desde Gòsol hasta Vents del Cadí, con 21 km y 900 m +. “Ha sido muy bonito correr junto a Aurelio, era la primera vez que lo hacíamos juntos y ha sido todo un placer, ¡somos las viejas glorias!”, comentaba Castanyer al finalizar abrazado a Olivar. “Me ha encantado, ha sido maravilloso”, afirmaba Olivar al terminar, después de completarlo junto a Castanyer con un tiempo de 2h34’.
Por último, el último relevo de chicas, con Nerea Martínez, ganadora de la edición 2010 y segunda en 2009 y 2011 y Ainhoa Sanz, ganadora de la Sky Pirineu del año pasado, que han sido las encargadas de recorrer el trozo desde Vents del Cadí hasta Bagà, pasando por el mítico tramo de Els Empedrats, con más agua que nunca, en su ascenso hasta el refugio Sant Jordi. Junto a ellas también se han unido a la fiesta final Diego, que su primera ultra fue la Ultra Pirineu del año pasado, y Abel, los dos corredores populares ganadores del sorteo que se hizo durante la semana anterior en redes sociales. “Mi sueño es compartir unos kilómetros junto a Tòfol”, comentaba uno de ellos la noche anterior. “Sueño cumplido”, afirmaba Castanyer con una sonrisa. Así que Castanyer se añadió también acompañándolos en el tramo final. En total 14 km y 900 m + que han finalizado con un tiempo de 2h07′ y el recibimiento de todos los compañeros para concluir una jornada para el recuerdo.
En total unos 94 km y 6.200 m + aproximados de recorrido y un mismo objetivo: llegar a Bagà compartiendo, jugando y sonriendo.
Un encuentro que costará olvidar y que todo el mundo pudo seguir desde casa a través de las redes sociales de Salomon España y Salomon Ultra Pirineu.