Emma Roca (Barcelona, 1973-2021) nos ha dejado prematuramente tras meses de lucha contra un cáncer. El maldito cáncer, que llega sin avisar. Se va no sólo el deportista que muchos conoceréis, sino también la madre, bombera y una gran científica, dedicando años a la investigación sobre los efectos de las carreras de resistencia en los corredores amateurs a través de su proyecto SUMMIT, entre otros, lo que nunca podremos agradecerle lo suficiente.
Recuerdo su sonrisa cuando le decía que era mi ídolo de la adolescencia. Me sorprendía que alguien pudiera participar en aventuras como los ‘Raiverd’ o correr hasta la cima del Aneto. Y más en una época donde la participación femenina era más bien escasa. Rompió una lanza a favor del deporte femenino, en su igualdad y un espejo para toda una generación que vino después.
Emma Roca y Kiko Soler marcaron mi descubrimiento para las carreras por montaña y el amor por este deporte. Llenaban las carpetas de recortes de diario contando sus hazañas y soñaba llegar algún día a ser como ellos. Se convertían en mis referentes.
Podríamos llenar páginas y páginas de títulos y podios, donde lo ha ganado prácticamente todo en raids de aventura, carreras por montaña y esquí. Pero nos quedamos con su perseverancia, el entusiasmo, la pasión y, sobre todo, la estima que transmitía. Es su legado.
Descansa en paz, Emma.
Texto: Albert Torrent – Ultres Catalunya