Terminar el año corriendo es la propuesta de las San Silvestres que se celebran en cientos de lugares. El club de montaña Pedrezuela organiza desde 2012 su propia San Silvestre en versión Trail. Se ha convertido en un clásico de la Comunidad de Madrid que agota dorsales en todas las ediciones.
La propuesta que nos hace este club es despedir el año corriendo un trail amable de 18 km y 500 metros de desnivel positivo aproximadamente, que recorre el entorno natural de Pedrezuela, un pequeño pueblo a 50 km al norte de Madrid.
No es una carrera de montaña, no tiene desniveles imposibles ni zonas técnicas, no es la más dura, ni la más difícil. Pero es una carrera que se disfruta de principio a fin. El recorrido es variado, en un continuo sube y baja con bastantes tramos de pista en los que se puede correr muchísimo, pero también con otros tramos divertidos de caminos entre piedras por bosques o cruzando el río. Todo ello con la sierra de Madrid como telón de fondo y con un ambiente festivo y desenfadado que invita a pasarlo bien sin presión ni agobios.
Es una carrera perfecta para iniciarse en el trailrun y experimentar lo distinto y divertido que puede ser correr en la naturaleza. Además, en las últimas ediciones, han añadido un recorrido alternativo de 9 km que aún hace más sencillo disfrutar de esta San Silvestre para los que consideran que los 18 km se les pueden quedar grandes.
Tendrás los servicios habituales de guardarropa, cronometraje por chip, avituallamientos líquidos y sólidos en carrera, las duchas del polideportivo al final, la bolsa del corredor con una camiseta técnica… y como extra ofrecen a todos los corredores un bocata de panceta que hacen a la brasa en el campo de futbol del pueblo.
Si, además, como ha ocurrido este año, el tiempo acompaña y sale una de esas mañanas frías, pero soleadas tan características del invierno madrileño, pues la oportunidad de despedir el año participando en la San Silvestre Trail es una de esas experiencias que te recuerdan por qué correr trail es algo que merece tanto la pena.
Se agradece que un pueblo y su club de montaña se vuelquen en hacer una carrera asi de sencilla y de honesta, que acojan cada año a los corredores y a sus acompañantes para darles aquello que han prometido: un trail amable para disfrutar despidiendo el año corriendo. Nada más y nada menos.
Texto: Carlos Velayos
Fotografías: Last Race Studio