A las 07:00 en punto se dio la salida a la segunda edición de la Mariren Kobak Trail en el conocido parking de Larraitz a las faldas del Txindoki. Este año la climatología dio una tregua con la lluvia, pero el frio y viento fueron protagonistas durante toda la jornada que unió la aventura con la mitología vasca y el misticismo.
Los y las 19 participantes que tomaron la salida llegaron en seguida a la cueva Marizulo del monte Txindoki en la que tenían esperando a los Galtzagorris. De ahí tenían toda la sierra de Aralar para cruzar antes de llegar al primer punto de asistencia permitida en el pueblo de Lakuntza, cerca de Igaratza el primer grupo formado por los bizkaitarras Pablo Angulo y Zigor Iturrieta, el gipuzkoano Iker Karrera y el salamantino afincado en Coruña Angel García se rompió tomando la delantera este último. A Lakuntza llegó con diez minutos de ventaja sobre el txapeldun de la edición pasada Pablo Angulo y más rezagados llegarían Iker Karrera y Zigor Iturrieta. En este punto todos los participantes tenían que coger el casco y el arnés y dirigirse hacia la canal de Berian donde mediante una cuerda de vida se asegurarían en la subida a la Ermita de San Donato ya en la Sierra de Andia.
Esa fue la dinámica de la aventura, Angel García a la cabeza, seguido por Pablo Angulo y los demás ya ha una distancia más que prudencial. En el segundo punto de asistencia en el Puerto de Lizarraga, los participantes se toparon con un Akelarre de brujas y unos Momotxorros que andaban con ganas de fiesta.
En la segunda cueva ya dentro del parque natural de Urbasa, en la cueva de Lezaundi, les estaban esperando las Lamias con la segunda piedra para entregarles a los y las 12 participantes que llegaron hasta ese punto. Entre ellas, la única participante femenina de le prueba, Uxue Fraile que el año pasado llegó hasta la meta de Zegama, pero este año se tuvo que conformar con dos de las tres piedras en juego en la aventura. Dos de los participantes pasaron muy cerca de los seres acuáticos mitológicos, pero no pudieron conseguir dar con la entrada de la cueva.
Aunque no hubiera piedra ni ser mitológico, era paso obligatorio la cueva de Lubierri antes de llegar al tercer punto de asistencia permitida en el camping de Urbasa. Desde ese punto, sólo pudieron continuar Angel y Pablo pasando el corte puesto por la organización de las 16:00 horas, con un tiempo entre los dos de más de media hora.
En la tercera y última cueva de La Leze, en la Sierra de Altzania, se encontraban la mismísima Mari y Basajaun esperando a los dos únicos corredores que llegaron hasta ese punto. Los dos participantes trataron a Mari como debe ser nunca mirándola a los ojos y nunca dándole la espalda.
Angel García, especialista en raids (ganador de la World Cup 2012 en California, Top10 mundial Isla Reunión en 2019 y 11 veces campeón de España en Raids) y en BTT de orientación (3ro en el campeonato de Europa del 2020), necesitó 11 horas y 48 minutos para hacer un recorrido de 90,7km con 3.980m de desnivel positivo para llegar victorioso a la plaza de Zegama. Punto en la que había gran expectación por ver quien sería el que cruzará la línea de meta (hecha con los fuets que ya es emblema de la carrera junto con las camisas que deben llevar los participantes). Fue el único que llegó dentro de las 12 horas dispuestas por la organización.
Una vez en meta el ganador comentó que había cogido la delantera de una manera inesperada, “vi el track que tenía marcada la organización y decidí hacer una diagonal en un prado. Resulto que ellos se metieron por otro sitio y los dejé de ver. Hasta que he llegado al puesto de avituallamiento no sabía que iba en cabeza”. Una vez en primera posición declaró que fue “mapa a mapa, pequeño objetivo a pequeño objetivo” siempre con la cabeza puesta en Zegama. Confesó que “pensaba que llegaría más holgado pero la última hora se me pasó volando y me ha costado llegar, apretando mucho, y pensando que no llegaba. Me ha gustado mucho el formato de esta carrera”.
El segundo en línea de meta, el corredor de Berango Pablo Angulo, necesitó un total de 12 horas y 59 minutos e hizo 95kms. Esta vez ha llegado fuera de tiempo, pero podemos decir que es el único con dos Mariren Kobak Trail completos en su haber y 6 piedras de Mari en casa.