Divertida, diferente, especial… Una carrera urbana, con espíritu trail. Es la fórmula del éxito de la Salomon Run que, en su sexta edición, ha agotado un año más todos sus dorsales disponibles reuniendo a casi 3.000 participantes en Montjuïc. En un domingo de sol y buen tiempo, dos debutantes en la prueba, Mohamed El Ghazouany (33’38) e Irene Batlle (39’57’’) se han llevado la victoria con récord incluido en categoría masculina y femenina y han disfrutado de una cita que ofrece un circuito único, con cambios de terreno, desnivel y hasta 1.000 escalones. Un año más, el Estadi Olímpic y el Poble Espanyol han sido protagonistas y la mayoría de participantes no han dudado en señalar el paso por ambos lugares como dos de los momentos más especiales de la prueba.
Con sol y buen ambiente, la Salomon Run ha arrancado a las 9 de la mañana junto a la Font Màgica de Montjuïc. Tras superar una buena ración de escaleras en el camino hacia el MNAC y subir, también, las del paseo Jean Forestier, los corredores han entrado en el Estadi Olímpic, un escenario que les ha dejado boquiabiertos. Han dado una vuelta completa a una pista que despierta recuerdos mágicos y traslada hasta los Juegos del 92′. “Siempre es muy especial entrar al estadio, te sientes como si fueras una gran atleta”, “me encanta subir, así que tanta escalera al inicio me viene perfecto”, “es divertida pero dura” se oía entre unos corredores que, después, han descubierto a buen ritmo otros puntos del anillo olímpico, como el Palau Sant Jordi, la Torre de telecomunicaciones, las Piscinas Bernat Picornell o el INEFC. Un año más, la prueba también los ha llevado a recorrer las calles, plazas y talleres de artesanos del barrio de Andalucía en el Poble Espanyol. “Al pasar por el Poble Espanyol me he distraído y he recuperado aire y sensaciones. Ha sido muy entretenido y me ha venido muy bien porque estaba sufriendo porque sabía que tenía a la segunda muy cerca”, explicaba Irene Batlle (39’57’’), ganadora en categoría femenina tras superar por apenas 2’’ a Silvia Segura en meta. El campeón masculino, Mohamed El Ghazouany (33’38) ha marcado un ritmo fuerte desde el inicio y se ha distanciado rápidamente de sus perseguidores, Francisco Macía y Roberto Garay. “Estoy muy feliz, ha sido una carrera exigente, con corredores muy fuertes pero he disfrutado mucho”, decía El Ghazouany.
En su sexto año de vida, la Salomon Run se ha consolidado ya como una cita especial, diferente y cargada de diversión y aventura: con subidas y bajadas, tramos de asfalto y de vegetación, vistas a Barcelona, los senderos más recónditos de Montjuïc… y más de 1.000 escalones en un circuito que los corredores han culminado en una línea de meta situada junto a la Font Màgica. Así, hasta las 10:30h de la mañana han ido llegando al final de los 10 kilómetros los casi 3.000 participantes que se han puesto el dorsal con diferentes objetivos en mente, pero con uno compartido: divertirse, correr y descubrir Montjuïc con las zapatillas de correr puestas.
Salomon Run Vertical: puro espectáculo
Tras la llegada de los últimos participantes, el buen ambiente de la prueba de 10km se ha trasladado a la tercera edición de la Salomon Run Vertical. Poco más de 50 escalones, los que suben hasta el MNAC, han puesto a prueba la explosividad y potencia de los participantes en varias eliminatorias. Así, ronda a ronda, se han definido 4 hombres y 4 mujeres y una gran final, donde Nil Llarden y Alba Manzano se han dejado la piel y han sido los más rápidos en el sprint vertical. “Ha sido muy emocionante. En la final, antes de salir, me sentía un poco insegura pero al escuchar a la gente animando, gritando mi nombre… me he venido arriba y lo he dado todo”, explicaba Manzano. Decenas de personas se han situado a ambos lados de las escaleras para aplaudir y animar a los corredores y han disfrutado con el show de los participantes y, en especial, con unos finales ajustados que se han decidido por milímetros.