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Récord español en Ben Nevis

La Ben Nevis, en las Highlands escocesas, es la montaña más alta del Reino Unido y el español Francisco Javier Cabrera consiguió batir el 20 de mayo el récord de ascensiones en 24 horas. Antonio Codina le entrevista para Territorio Trail Media.

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La Ben Nevis, en las Highlands escocesas, es la montaña más alta del Reino Unido. Aunque su cara norte alberga muchas rutas de escalada en invierno y verano la cara oeste tiene un camino hasta la cima sin dificultad técnica. El único obstáculo son 7km y 1345 metros de ascensión. Esto y las increíbles vistas la hacen una montaña muy atractiva para senderistas y turistas. Se calcula que unas 130.000 personas la suben al año, incluyendo los corredores de la muy competitiva Ben Nevis Race que se celebra cada año en septiembre.

El corredor de montaña español Francisco Javier Cabrera (Javi) vive en Escocia desde hace años y conoce muy bien la zona, y el pasado 20 de mayo consiguió batir el récord de ascensiones de Ben Nevis en 24 horas. En total consiguió 7 ascensos y descensos, completando 106 km y más de 9200 m en poco más de 21 horas, 1h y 34 m más rápido que el récord anterior de Pawel Cymbalista. Solo y sin soporte externo, Javi regresó a su coche después de cada ascensión para reponer agua y comida. Javi trabaja con niños con necesidades especiales y decidió usar su récord para recaudar fondos para material deportivo y actividades al aire libre para su colegio. Conseguimos hablar con él sobre su experiencia y de paso le preguntamos su opinión sobre las mejores rutas y carreras en las Highlands escocesas.

 

Lo primero, enhorabuena por tu récord. Subir y bajar Ben Nevis 7 veces en menos de 24 horas es una hazaña deportiva enorme, pero me imagino que también llevaría muchísima fuerza mental repetir la ascensión y no parar cada vez que llegaste a tu coche. 

Tenía claro que el coche en este caso, como pasa con los avituallamientos o checkpoints en otras carreras o retos, era el punto más probable de retirada. Aunque en mi caso nunca pensé en abandonar, si que es cierto que planeé bien cada parada en el coche para minimizar ese riesgo y a su vez la pérdida de tiempo. Llegaba, abría el maletero, me bebía una botella de 500ml de agua con un gel y sales, dejaba envoltorios vacíos, cogia dos sobres de Tailwind, geles, barritas y dos botellas de 500ml vacias, cerraba y me iba sin haberme sentado. Tan solo después de bajar la cuarta vez me entretuve un poco más, sentándome en el maletero a beberme medio litro de coca-cola sin gas. Tardaría unos dos minutos extra quizá, pero incluso esa parada la había planeado como algo especial por ser la mitad del reto (pensaba que lo haría 8 veces). Con esa misma mentalidad de evitar paradas, me plantee incluso la posibilidad de ir al coche cada dos veces, en lugar de cada subida y bajada, pero eso hubiera significado tener que parar más veces a coger agua en el arroyo del Red Burn por lo que desestimé la idea.

 

¿Cómo conseguiste mantener la motivación durante el intento? 

Fue una de esas veces en las que te encuentras bien y con muchas ganas todo el tiempo, por lo que nunca perdí la motivación. Pensar en la totalidad del reto en términos de subidas y bajadas en lugar de distancia o desniveles me ayudó enormemente. Eso, e ir completando pequeños objetivos durante cada subida y bajada: aquí bebo agua, aquí ando hasta aquella curva, aquí cojo agua del Red Burn, etc. Además, si quería conseguirlo, nunca lo iba a tener más cerca que en esos momentos (salvo que repita, que no creo…) por lo que continuar fue siempre mi objetivo. También pensaba en la gente que hace retos mucho más duros, de mayor duración o corriendo a ritmos mucho más elevados. Ver lo que las personas son capaces de hacer con entrenamiento y determinación siempre me ha motivado.

 

¿Cuáles fueron los mejores momentos de esas 24 horas? Y los momentos más difíciles? 

Las ascensiones nocturnas fueron espectaculares. Aunque empezó a llover, el viento se calmó casi por completo en una de ellas (al contrario que durante el día), estaba completamente solo en la montaña, algo difícil en Ben Nevis, y disfruté mucho viendo las luces de los pueblos y del glen desde lo alto. Me entretenía también viendo a las ovejas, con los ojos brillantes al reflejar la luz del frontal. A veces salían de la nada entre la niebla y los corderos que se cruzaban corriendo por el camino, rompiendo el silencio de la noche con los balidos llamando a sus madres. Los ánimos de los senderistas durante el día también fueron de agradecer. Aunque no supieran lo que estaba haciendo, siempre me animaban al verme correr. Quedaba bastante nieve en la zona de la cumbre y fue muy divertido ver a algunos grupos de gente deslizarse sentados por la nieve. Un grupo en concreto era tan ruidoso y se lo estaban pasando tan bien que no pude evitar parar unos segundos a mirarlos. El último descenso lo disfruté mucho porque sabía que seguramente sería el último, así que me permití el lujo de ir más deprisa y terminar bastante fuerte, de hecho fue mi descenso más rápido de los siete. Todo salió muy bien y no tuve momentos realmente malos. Tan solo un episodio leve de bajada de energía, justo al empezar la quinta subida. Llevaba varias horas sin consumir nada sólido y era consciente de ello, así que se solucionó con obligarme a ingerir una barra de chocolate y media barra de cereales.

Fotografía: No Limits

Has completado otros retos clásicos de Escocia como el Tranters o Charlie Ramsay rounds en solitario. ¿Prefieres ese estilo en lugar de tener apoyo como suele ser tradición en el Reino Unido?

Me gusta la simplicidad en todos los sentidos. Afrontando estos retos en solitario me aseguro depender del menor número posible de factores externos. Además, lo cierto es que me encuentro muy cómodo estando solo en la montaña, y más si conozco el terreno por supuesto. También valoro mucho la libertad de poder decidir en el último momento si ir a por ello o no, sin sentir la presión de tener que hacerlo porque he involucrado a más gente. En el caso del Tranter lo decidí el día antes y en el Ramsay, tenía todo preparado desde hacía meses y esperé a que la meteo y otros factores fueran propicios, tomando la decisión tan solo unos días antes.

 

Por último, para los que no conocen la zona,  ¿Cuál sería tu recomendación de una carrera o ruta en las Highlands?

No podría elegir una o varias rutas en las Highlands, vayas donde vayas siempre encuentras rincones preciosos. Desde las zonas más conocidas, y por méritos propios, como Cairngorms, Glen Coe o el área de Fort William hasta otras menos transitadas. A mi personalmente me gusta mucho Assynt, donde también tengo un récord (Ring of Inverpolly) compartido con mi compañero de club y amigo Luke Taylor. El terreno es predominantemente llano y ondulado, poco más elevado que el nivel del mar, salpicado por cientos de lagos de todos los tamaños, y las montañas, compactas y empinadas, se elevan aisladas unas de otras creando gran dramatismo y siluetas tan estéticamente atrayentes y reconocibles como Stac Polly o Suilven. Por añadidura, quitando las rutas más comunes de ascenso a las montañas más populares, los caminos o sendas son inexistentes.

En cuanto a las carreras me pasa como con las rutas, me resulta imposible elegir una o incluso unas cuantas que recomendar. Quizá las más clásicas sean carreras como la Ben Nevis Race, Jura o Glamaig, pero hay otras menos conocidas que son auténticas joyas. Trotternish Ridge en Skye o Arrochar Alps son las primeras que me vienen a la mente en este sentido, pero hay muchas más. Carreras con no muchos participantes por paisajes espectaculares, campo a través durante la mayoría del recorrido, donde la orientación juega un papel importante. En el plano competitivo, esto lo hace aún más interesante ya que la elección de ruta de un checkpoint a otro suele ser clave para ganar o perder unos minutos. Este es otro de los aspectos que me engancharon a las carreras de Escocia desde el primer momento. Me encanta el formato sencillo de las hill races: carreras que discurren por recorridos sin marcar, organizadas por los propios clubes, nada comerciales, precios baratos que son para ayudar a los clubes organizadores o asociaciones benéficas, nos conocemos casi todos, tarta y té al final (o cerveza a veces). Los premios, si los hay, suelen ser cerveza, vino o whisky, pero también he recibido cosas tan variopintas como un rascador eléctrico para el hielo de la luna del coche o un cuento infantil acerca de la pubertad!

Javi vive en Inverness con su familia y es miembro del club “Highland hill runners”. Si quieres contribuir a su proyecto en la escuela primaria Dalneigh donde trabaja puedes hacer una donacion aqui https://www.justgiving.com/crowdfunding/bennevis24record

 

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