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Osán Cross Mountain. El secreto de una pequeña gran carrera

500 participantes acuden año tras año, fieles a su cita, a un pequeño pueblo del Pirineo Aragonés de apenas 20 habitantes para participar en una prueba que esconde un recorrido tan espectacular como bello.

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La Osán Cross Mountain tiene un secreto, un secreto muy bien guardado pero que nadie, ni los propios organizadores saben cuál es…
Serán sus casi 500 participantes que año tras año fieles a la cita acuden a este pequeño pueblo del Pirineo Aragones. Será por sus cifras:  17km y 1000m de desnivel que para  el inicio de la temporada es una buena opción. Otra explicación podría ser la belleza del recorrido, el mítico Oturia se viste de de gala para que los corredores nos deleitemos con la subida a las ermitas, con la bucólica cascada que envuelve con una cortina de agua la senda dirección al Santuario de Santa Orosia. Las vistas arriba, desde la pradera son idílicas y un placer para todos los sentidos, colores, olores etc…El secreto de la Osán Cross Mountain podría estar ser su perfecta organización. Avituallamientos en sitios adecuados, marcaje de recorrido implacable, decenas y decenas de voluntarios por todos los rincones. O simplemente la justificación del éxito de esta carrera sean sus migas.
Puede ser la suma de todos estos factores pero nadie sabe a ciencia cierta porque engancha esta prueba.

La Osán Cross Mountain espera a todos sus participantes como en las diez ediciones anteriores, con los brazos muy abiertos. La salida desde el pueblo, donde los ánimos no faltan. La culebra de colores que forman los corredores en el ascenso a San Román. El paso por el avituallamiento de Yebra, donde se pone la carne de gallina antes de empezar esa larga subida hasta el plano. El ruido que forma esa cascada espectacular de 60 metros, que con el deshielo sorprende con todo su colorido, su esplendor y su gran manantial de agua. Los prados, la ermita de Santa Orosia. El rabillo del ojo se nos va a esa temible cima de Oturia que tantas veces se ha ascendido en la Puyada Oturia.

Cuando se llega al zoque de Isún, desde ese fantástico balcón natural de más de 700m de altura, se pierde la vista de tan fantástica panorámica. Después, esa bajada brutal hasta el pueblo de Isún que también pone a prueba lo que nos queda de fuerza. Y por último la llegada a Osán entre ánimos y aplausos para poder degustar al final ese popular plato de migas con huevos fritos.

La undécima edición de la Osán Cross Mountain se disputará el próximo quince abril. También es posible realizar la Osán Cross Mountain Extrem, que saliendo desde Huesca la noche anterior salva la distancia entre la capital altoaragonesa y Osán para, a continuación, realizar los 17 kilómetros de la prueba.

Fotografías: Ramón Ferrer, Monrasin

 

 

 

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