Por Alfonso García, Director de Territorio Trail Media
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Antes de continuar dejaré claro que Jim Walmsley no me cae especialmente bien. Tampoco mal, pero veo bastante bravuconería cuando le he leído y en las entrevistas que le hemos realizado en Territorio Trail Media, palabras que no se habían visto reflejadas en grandes resultados.
El trailrunning es un deporte que cada día llega a más gente y público. Los números de las retransmisiones así lo dicen. Y como deporte que es todos tenemos nuestros favoritos, corredores que deseamos que ganen o que, simplemente, nos caen mejor. El problema que detecto es que en el último año estas simpatías están derivando hacia fobias. Y por extensión, antes del triunfo de unos se está deseando el fracaso de otros. Como sucedió con Josef Ajram en su día.
Y es que, francamente, no llego a entender la caña que se está metiendo últimamente a los corredores estadounidenses que vienen a Europa, como si esto fuera una competición por continentes estilo Ryder Cup. Seguramente no serán los más modestos, pero aprovechar sus fracasos y personalizarlos en Jim Walmsley para menospreciar a un colectivo no lo considero apropiado. Que por cierto, aunque no sea el tema, recordar que los ganadores de la CCC fueron US, que en el top10 masculino de UTMB había tres estadounidenses y que le propio Walmsley tiró de orgullo para finalizar quinto.
Desgraciadamente este «hooliganismo» no se ciñe tan sólo a los corredores USA. Algo parecido sucede con aquellos a los que todo lo que sea Skyrunning les parece criticable o lo que organiza la ITRA basado sólo en el dinero. Curiosamente, los que critican a estas organizaciones sólo lo hacen a una de ellas y esgrimen sobre todo el factor económico para hacerlo.
El trail running, las carreras por montaña, ha sido siempre un deporte en el que el colectivo había primado sobre lo individual. Seguramente así ha sido hasta que la competitividad ha ido en aumento y, también, el dinero ha aparecido. O quizás nunca ha sido así y es lo que nos vendían, pero los que estamos dentro no deberíamos perder la perspectiva y valorar los méritos de todos y no los fracasos.
Totalmente de acuerdo. Lástima que los hooligans desde fuera manchen el respeto que se respira entre corredores dentro de las pruebas.