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La Pyrenees Stage Run, un reto de altura en los Pirineos, en marcha

La Pyrenees Stage Run (PSR) celebra su octava edición del 1 al 7 de septiembre, consolidándose como una de las pruebas de trail running más desafiantes del panorama nacional e internacional. A lo largo de 220 kilómetros y con un desnivel positivo acumulado de 15.000 metros, los participantes recorrerán durante siete días algunos de los paisajes más impresionantes de los Pirineos.

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La Pyrenees Stage Run (PSR) celebra su octava edición del 1 al 7 de septiembre, consolidándose como una de las pruebas de trail running más desafiantes del panorama nacional e internacional. A lo largo de 220 kilómetros y con un desnivel positivo acumulado de 15.000 metros, los participantes recorrerán durante siete días algunos de los paisajes más impresionantes de los Pirineos.

El domingo 1 de septiembre, arrancó la octava edición de la Pyrenees Stage Run 2024. Durante los próximos días, 135 corredores de 19 países diferentes se enfrentarán a un recorrido de 220 kilómetros con un desnivel positivo de 15.000 metros, atravesando algunos de los paisajes más impresionantes de los Pirineos. El recorrido de la PSR sigue el histórico sendero GR11, atravesando cinco parques naturales emblemáticos. Desde el Ripollès hasta el Val d’Aran, los participantes pasarán por puntos icónicos como el Puigmal y el Comapedrosa, la cumbre más alta de Andorra. La carrera finalizará el sábado 7 de septiembre en Salardú, tras siete días de competición, compañerismo, montaña y aventura.

Los corredores, la mayoría internacionales, empezaron a llegar a Ribes de Freser a partir del miércoles de la semana anterior, y hasta el sábado, que fue el día de entrega de dorsales, control de material y, por supuesto, briefing y cena juntos. La primera toma de contacto entre corredores, dirección de carrera, staff y voluntarios para encarar los próximos siete días de carrera.

 

Primeros días de la PSR 2024

Los corredores ya han superado la primera etapa, que los llevó desde Ribes de Freser hasta el Santuario de Núria, pasando por míticos picos de la zona como el Coll de Tres Pics y la Collada de Torreneules. Se enfrentaron a los primeros desafíos en alta montaña, con un tiempo que no acompañó, ya que la lluvia fue protagonista en la primera etapa. Los participantes continúan su aventura, con una segunda etapa que les llevará desde Núria hasta La Masella, pasando por el emblemático Puigmal, con 35 km y 1.700 metros de desnivel positivo.

La PSR es una experiencia única para disfrutar de la inmensidad de los Pirineos con un gran ambiente de convivencia. Se trata de una carrera que combina la pasión por el trail running y el turismo deportivo, donde la experiencia va más allá de cruzar los Pirineos, ya que al finalizar las etapas todos los corredores cenarán juntos, se hará la entrega de premios y podrán rememorar la etapa del día con las fotografías y el video resumen de la jornada.

Además, un staff formado por 50 personas velará para que los participantes tengan todo tipo de servicios, sin tener que preocuparse de nada más que correr y disfrutar de la montaña. Entre otros servicios, habrá servicio de fisioterapia o un seguimiento en directo de todo el recorrido. Por último, hay que destacar que dentro de la inscripción de la carrera están incluidas las ocho noches de alojamiento que gestiona la organización de la prueba.

La PSR, organizada por BiFree, sigue con el apoyo incondicional de TUGA Active Wear como principal patrocinador y el Patronat de Turisme de la Costa Brava Pirineus. Las tres instituciones lo tienen claro; difundir una carrera que no solo promueve el deporte de resistencia, sino también la belleza y diversidad natural de esta región.

El recorrido empezará en Ribes de Freser, en el Ripollès, y seguirá el histórico sendero GR11, atravesando cinco parques naturales emblemáticos y llegando a Salardú, en el Val d’Aran. Los corredores se enfrentarán a una gran variedad de terrenos, desde pistas y senderos hasta tramos de alta montaña.

A lo largo de las siete etapas, los equipos de dos o tres corredores deberán permanecer juntos, lo que fomenta un fuerte espíritu de compañerismo y colaboración. Esta dinámica convierte a la PSR en una experiencia única, donde la competencia se mezcla con el apoyo mutuo y los valores del deporte.

 

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