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Lucha cerrada por la victoria en la Montane Spine Race

Mientras en categoría masculina parece que el triunfo final es cosa de dos, Kim Collison y John Kelly, en chicas son tres las aspirantes: Robyn Cassidy, Lucy Gossage y Sarah Perry. Eugeni Roselló, con su abandono el lunes al atardecer, la nota negativa.

Fotografía: Montane Spine Race
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Cuando las primeras luces del amanecer comienzan a asomar en el Pennine Way, la segunda noche de la Montane Spine Race comienza a aclarar las posiciones de una prueba que ayer tarde nos dejó una mala notica para los nuestros. Eugeni Roselló, uno de los dos españoles que participa en esta edición, se veía obligado a abandonar al anocher. La causa, la pérdida de su frontal en una de las caídas en el recorrido y el no disponer de uno de reserva tras haber perdido su equipaje en el viaje a Inglaterra. Roselló marchaba en ese momento en segunda posición muy cerca del líder, Kim Collison. Nuestro compañero Antonio Codia continúa en carrera, dentro del primer tercio de competidores.

Respecto a las posiciones de cabeza, tanto en categoría masculina como femenina se han despejado las posiciones de privilegio. Entre los chicos, Kim Collison continúa mandando a la altura de la milla 152. Sigue con paso firme en una primera posición que no ha abandonado en ningún momento y mantiene su firme candidatura al triunfo final. A menos de una milla de distancia le sigue John Kelly, que durante la noche ha mantenido su estrategia de carrera conservadora que le permitió recuperar tiempo y posiones. Sin embargo, ha sido penalizado con 26′ por saltarse un tramo del recorrido y obtener ventaja en el tramo Cauldron Snout Diversion. Una circunstancia que es habitual en la Montane Spine race y más en las condiciones invernales nocturnas. Ya a bastante distancia se encuentran el sudafricano Tiaan Erwee y los británicos Sam Skiller y Dave Phillips. No es aventuraro decir a estas alturas que la victoria final, salvo catástrofe, se dilucirará entre Collison y Kelly.

En categoría femenina tampoco hay cambios en el liderato pero sí en los tiempos sobre las perseguidoras. Robyn Cassidy sigue avanzando sin ceder la primera posición, pero la segunda clasificada, Lucy Gossage, ha recortado diferencias durante la noche al punto de encontrarse a media hora de ella al paso por el CP3 de Langdon. Sarah Perry, uno de los nombres que aparecíane en las quinielas de favoritas, se ha incorporado a la lucha por la victoria. Ya es tercera y, aunque a dos horas del primer puesto, está todavía a tiempo de todo.

Tal y como avanzábamos en la previa, las condiciones de esta edición son tremendamente complicadas, con tramos de sendero en los que la nieve llega hasta las rodillas. Las caídas están siendo habituales ya que no se pueden ver los agujeros que tapa la nieve y, en los tramos en los que la nieve se ha derretido, el barro se hiela y convierte el Pennine Way en una pista de patinaje.

Fotografía: Montane Spine Race

En este punto, tras la segunda noche de carrera, merece la pena recordar lo que nos deparó un 2024 en que se hizo historia cuando Jack Scott rompió el récord del recorrido por más de 10 horas en un tiempo asombroso de 72 horas y 55 minutos. El increíble logro de la atleta de INOV8 llegó a los titulares de los principales medios de comunicación y muchos lo consideran una de las mejores actuaciones en ultramaratón de un corredor británico. El récord anterior lo había establecido Jasmin Paris en 2019. En total, 91 corredores llegaron a la meta el año pasado dentro del límite de 168 horas. Desafortunadamente, 72 no lo hicieron. Sí, es así de difícil. Y aunque Jack no participará en la Spine Race de este año, ofreció este consejo a quienes sí lo hagan: «Mi principal consejo para este viaje absolutamente glorioso pero extremadamente difícil sería paciencia. Muestre paciencia y mire el reloj como una oportunidad, no como un peso adicional sobre sus hombros».

 

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