Entrenamiento personalizado, frente a los métodos «para todos los públicos». Una interesante reflexión sobre cómo se entrena en nuestros días. Por Lluís Capdevila.
Lluis Capdevila es preparador físico, especialista en diseño de rutas y organitación de eventos deportivos. Como corredor profesional de raids de aventura ha participado en 29 pruebas de la Copa del Mundo , y ha ganado dos veces la Copa del Mundo de Raids de Aventura , 2000 y 2001 y una vez el campeonato de Europa de Raids de aventura. Ha ascendido al Mont Blanc con esquís , ha participado en una expedición al Makalu ( Nepal ) 8484 m , el K2 ( Pakistán ) 8611 m entre otras cimas.

El artículo original «El cómo antes que el cuánto» está publicado en la web de The Extrem Team

Actualmente se hace difícil hablar y escribir de cómo entrenar, de sistemas, de dar consejos, etc… con la cantidad de información que se puede conseguir en Internet o del boca oreja, o con la multitud de artículos de todo tipo que se publican diariamente. Cualquier duda, cuestión o pregunta, puede ser solucionada al instante, con un montón de propuestas “milagrosas”.
Al final, la información que podamos leer o que nos puedan transmitir es tanta, que se nos hace difícil saber cuál nos va a ir bien a nosotros; y es ahí donde quiero llegar, porque el secreto más grande que tiene un proceso de entrenamiento, es que esté diseñado directamente bajo los parámetros de nuestra dedicación, objetivos y condiciones físicas.
Esta será la manera de que un plan de entrenamiento sea realmente provechoso, no sea nocivo y nos ayude a mejorar, con el mínimo riesgo a sufrir una lesión o entrar en un proceso de sobre-entrenamiento y siempre intentando no caer en una rutina. Para hacerlo bien, los planes hay que prepararlos semana a semana, no por meses.
Ya sé que a muchos, el simple hecho de pensar que han de realizar un tipo de trabajo u otro, porque está en su plan, va en contra de la libertad de salir a correr a su aire, y realmente una de las mejores cosas que tiene el trail running es precisamente esta. Pero en estos años como entrenador he visto a muchos deportistas con diferentes percepciones, algunos diciendo que entrenaban flojo y en realidad iban siempre a tope y a otros pesar que entrenaban duro y lo hacían a ritmo de casi paseo, y esto es lo que no nos ayudará a mejorar.
Cuando hablo de un plan de entreno no me refiero a una estricta programación diaria, sino más bien a la correcta combinación de ritmos, recuperación y descanso. Y, evidentemente, hemos de ser lo suficientemente hábiles para adaptar el plan a nosotros, y si lo que nos toca en un momento concreto no podemos asumirlo o no tenemos ganas de hacerlo, pues no lo hacemos.
Después están las publicidades como esta: “Gracias al chaleco inteligente, que incorpora unos electrodos que suministran estímulos adicionales al músculo desde el exterior, el tiempo de entrenamiento puede reducirse hasta en un 80% y multiplicar los efectos por 10. Unos 20 minutos de entrenamiento equivalen a 3 ó 4 horas de entrenamiento convencional”. 20 minutos que equivalen a tres o cuatro horas…. ¿Alguien se lo cree?… Así todos podríamos ser Olímpicos. 
Esto no hace más que confundir a la gente que al fin ha encontrado el momento oportuno de comenzar a entrenar; y leer esto les puede llevar a pensar que en cuatro días ya estarán apunto para un ultra trail.
También podemos encontrar a montones tablas publicadas con diferentes tipos de series, entrenamientos día por día, tablas de ejercicios para tener un cuerpo perfecto, incluso tablas diciéndonos los tiempos que vamos a conseguir en una maratón si realizamos tal o cual entrenamiento. Matemáticamente, esto puede estar justificado, pero en la práctica real os aseguro que no es así.
Fijaros que casi todos los “gurús” hablan y hablan de cómo ponernos en forma o cómo entrenar para correr más rápido, dejando de lado el eje donde gira cualquier sistema de entrenamiento de cualquier deportista de nivel: la recuperación.
Además, actualmente la gente está haciendo verdaderas barbaridades, participando en carreras de ultra resistencia prácticamente cada 15 días, pensando que cuanto más nos manchamos más fuertes nos volvemos, o diciendo que, lo que no mata, curte. Quizás a alguno le vaya bien, pero la mayoría debe de tener una serie de problemas físicos de campeonato.
Y es que, en mi opinión, se ha pasado de organizar carreras para aficionados a diseñar carreras para profesionales, pero donde la mayoría de los participantes son aficionados. ¿Alguien puede creerse que se puede pasar de no hacer prácticamente nada, a ser un corredor de ultras y no “pagar” un alto precio por ello? 
No nos hemos dado cuenta de que la vida que puede llevar un “profesional” no tiene nada que ver con la nuestra; un aficionado acabará muerto una carrera y se irá pitando a casa porque al día siguiente tiene que ir a trabajar. ¡Un pro se puede pasar el día siguiente durmiendo si hace falta!
Con el cúmulo de carreras que hay, es tanto o más importante trabajar bien la recuperación que el rendimiento.
No quiero desanimar a nadie con este artículo; simplemente insisto, como en otras ocasiones, en que hay que hacer las cosas bien, que es más importante el cómo, que el cuánto, que disfrutaremos mil veces más el poder disputar una carrera mandando sobre nuestro cuerpo que diez carreras torturados por él.
Se tiende a pensar que todo lo que hacemos se va acumulando y acumulando de forma positiva, y pensamos que con el montón de horas que llevamos, podemos con cualquier objetivo… Esto no es así, nuestro cuerpo no es un almacén en capacidad, pues tiene un límite y, al igual que un almacén, al final para poder ir metiendo cosas acabaremos apilándolas de cualquier manera y acabará, siendo un desastre donde, en el momento que lo necesitemos, no encontraremos nada de lo que hayamos puesto. Por lo tanto, lo que “guardemos” ha de ser de mucha calidad y en cantidades adecuadas.
Esta es para mí una de las cuestiones más importantes; entrenar es una cosa positiva: aumenta el nivel físico, es bueno para la salud, nos hace sentir muy bien y nos hará disfrutar; pero un entrenamiento mal planificado o mal ejecutado puede llegar a ser muy perjudicial, llegando incluso al punto de no querer o no poder practicar deporte nunca más.
Y es que nuestro cuerpo no es un ordenador perfecto que puede gestionar los datos como si fuesen problemas matemáticos; los datos físicos son la base para diseñar las cargas de entrenamiento más ideales para nosotros, con las pautas de descanso y recuperación necesarias para asimilar el entrenamiento
Hemos de ser conscientes que, aparte de realizar nuestro entrenamiento diario, seguramente la mayoría debemos atender un montón de cuestiones más que nos suceden en nuestro día a día: trabajo, familia, etc.
Por lo tanto, si queremos entrenar bien, debemos ser los primeros en reconocer que es muy difícil ser capaces de imprimir un entrenamiento encontrado en una publicación y llevarlo a la práctica. Esto quizás lo consigamos realizar un día, pero lo normal es que se nos descuadre enseguida; es muy difícil que un mismo plan vaya bien a mucha gente por igual.
     
Por este motivo insisto en que lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos es entrenar con un programa diseñado exclusivamente para nosotros; es la inversión más rentable que podemos hacer y la que recuperaremos más rápidamente, con el aumento de nuestra condición física, rendimiento y, lo más importante, una mejor salud y bienestar.
http://extremteam.com/es/plan-de-entreno-por-objetivos