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La reina de las nieves

La Saintélyon, una institución del ultratrail francés, llega a su 68º edición el 3 de diciembre en un excelente estado de salud y, por fin, con presencia élite española. Esta es su historia

Fotografía: Peignée Verticale
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Una carrera de culto, una noche mágica en la que la nieve, el frío, el barro y la lluvia forman los ingredientes de un cóctel que pone fin a la temporada de ultratrail. La Saintélyon, ahora Asics Saintélyon, es cita obligada para muchos corredores y la decana de las ultras en Francia que aspira a alcanzar en su 68ª edición la cifra de 17.000 inscritos. Lyon, Saint Etienne y toda la región Rhône Alpes viven ese fin de semana de diciembre la carrera como si fuera propia. Sin ser excesivamente técnica ni contar con importantes desniveles, las dificultades meteorológicas del mes de diciembre en la zona y la habitual presencia de nieve, hielo, lluvia, barro o todos esos ingredientes juntos, hacen de la Saintélyon un ultratrail épico.

La historia de la Saintélyon es la de la evolución y explosión definitiva del trail running en Francia y en el resto del mundo. Una prueba que nació como una forma de mantener la forma en invierno para los miembros de dos clubes ciclistas: el  “Cyclotourists Stéphanois” de Saint Etienne y el “Cyclotourisme Lyonnais” de Lyon. Era 1951 y entre ambos crearon una caminata invernal de unos 60 kilómetros, a completar en dos días, que alternaría llegada y salida anualmente entre las dos ciudades siguiendo el GR-7. En aquel entonces, el punto intermedio y donde se hacía noche era Sainte Catherine.

Año tras año la Saintélyon crece en nivel organizativo y en número de inscritos, pasando a realizarse cronometrada y non-stop aunque siempre manteniendo su esencia de prueba nocturna. El recorrido llega a los 63 kilómetros y, como curiosidad, está prohibido correr. Con la década de los setenta y la popularización del, como se decía entonces, «jogging», la prueba comienza a convertirse en un fenómeno de masas y, por fin en 1977, se permite correr. Aquel año el ganador completa la distancia en 5h20′ y, de los 4000 inscritos, llegan a meta menos de la mitad. Esto hace que la Saintélyon adquiera un estatus de carrera difícil y complicada, sólo apta para corredores muy preparados, lo que deriva en un descenso del número de inscritos, puesto que desde fuera se ve como una carrera para auténticos especialistas.

Fotografía: Peignée Verticale

Pero todo cambia en los años noventa y, contra lo que pueda parecer, la épica de la edición 1990 hace que la Saintélyon renazca. Aquel año se alcanzaron espesores de nieve de 70 cms en el recorrido, lo que obliga a los organizadores a neutralizar y supender laprueba en el Col de Gachet. Sin embargo, ochenta corredores continúan y logran llegar a Saint Etiénne, donde son recibidos como auténticos héroes. Es el punto de inflexión de una carrera que instaura definitivamente recorrido Lyon – Saint Etienne, la salida a medianoche y las quince horas de tiempo máximo para completar un trayecto que no es fijo y que oscilará entre los 72 y los 80 kilómetros dependiendo de las variaciones de cada año.

En 2009 se superan por primera vez los 10.000 corredores, la distancia se alarga cada vez más hasta rondar los ochenta kilómetros y aparecen las opciones de distancias más cortas, las de relevos y, desde 2019, la LyonSaintelyon, el trayecto completo de ida y vuelta.

La edición 2022 tendrá 78 kilómetros de longitud y 2050 metros de desnivel positivo con algunos cambios en el recorrido, destacando el regreso en el km 35 del famoso bucle Bois d’Arfeuille / Montée du Rampeau y el paso por Le Surgeon, en el Municipio de Rontalón.

La prueba, que habitualmente no cuenta más que con alguna decena de corredores españoles, puede que vea por fin a élites de nuestros país luchar por la victoria con la presencia, todavía por confirmar definitivamente, de Maite Maiora y Andreu Simón.

 

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