La segunda edición de la carrera a pie Montjuïc-Tibidabo ha despertado Barcelona a primera hora de la mañana festiva de Todos los Santos con 499 corredores y corredoras dispuestos a competir en una carrera única y sostenible que atraviesa la ciudad entre sus dos montañas: la de Montjuïc y el Tibidabo. Un recorrido de 20 km y más de 400 m de desnivel positivo.
En esta jornada de carrera que premia a los deportistas más polivalentes que se adaptan tanto al asfalto como a la tierra Cristina García del Cri Cri Run, con un tiempo de 1:24:48, y los corredores del club Ironwill Solideo, Marc Guàrdia y Llorenç Esteve con 1:09:03, fueron los vencedores absolutos en una mañana fría pero soleada.
En mujeres la segunda en el podio fue Laura López con 1:26:30, del U.E Picornell, e Irene Perales, de Lo Esport Menorca, fue la tercera con 1:28:38. En hombres el tercero ha sido Joan Riutort, del Club Pollença, con un tiempo de 1:09:50.
Esta segunda edición de la carrera, que es también el Memorial Francesc Mates, se ha variado el recorrido respecto al primer año para adaptarse a la normativa del Parc Natural de Collserola, ha sido muy equilibrada en cuanto al terreno siendo totalmente híbrida con un recorrido 50% asfalto y 50% trail.
El evento, que antes era conocido por el nombre de Cursa de l’Amistat, comienza con el descenso de la montaña de Montjuïc, por calles anchas y entra en la ciudad atravesándola por un recorrido directo, con pocas curvas y bajo desnivel. Cruza los barrios de Poble-Sec, Sant Antoni, la Antigua Izquierda del Eixample, Les Corts y Sarrià. A continuación deja atrás la ciudad y sube por un tramo de carretera con vistas espectaculares, pasando por Vallvidrera y ascendiendo hasta el Tibidabo. Por último, vuelve a bajar a Vallvidrera para tomar un desvío por caminos que llegan al Área de ocio de Santa María de Vallvidrera, donde se ubica la llegada.
La carrera ha contado con el soporte de vehículos eléctricos proporcionados por BYD Quadis grup y SEAT MÓ garantizando la emisión 0 de CO2 en las zonas naturales de Collserola.
Victor Casanovas, director de Seven Mila, organizador de la carrera ha destacado la buena aceptación de los runners hacia el reto de la Montjuïc-Tibidabo manifestando que “agotar los dorsales de una carrera diferente en la ciudad de Barcelona es una satisfacción enorme para la organización”. Casanovas también destaca la evolución de la carrera, «el cambio parcial del recorrido ha hecho crecer la Montjuïc-Tibidabo, transformándola en una carrera difícil de igualar en muchos aspectos».
Los atletas del Ironwill Solideo han manifestado que ha sido una sorpresa ganar esta carrera pero que «el hecho de ir los 20 km juntos nos ha ayudado a tirar uno del otro hasta cruzar la línea de la meta de la mano», ha comentado Marc Guàrdia. Llorenç Esteve ha alabado el recorrido de la carrera destacando que «el hecho de salir de montaña pero junto al mar y llegar a Collserola después de atravesar toda la ciudad me ha gustado mucho, es una carrera diferente a lo que hacemos habitualmente».
Por su parte, Cristina Garcia, corredora habitual de carreras de montaña se ha expresado en los mismos términos que Esteve al afirmar que “yo que estoy acostumbrada a entrenar por Collserola y poco por el asfalto de la ciudad estoy sorprendida porque en recorrido de hoy por toda la ciudad no se me ha hecho pesado y al llegar al Parc de l’Oreneta y empezar a subir hacia el Tibidabo me lo he pasado realmente bien”.
Hasta 499 corredores y corredoras, pasar por el Parc Natural de Collserola limita el número de inscripciones a este máximo, han disfrutado de la segunda edición de la Montjuïc-Tibidabo, una carrera pionera y sostenible con unas vistas absolutamente privilegiadas de la ciudad de Barcelona.