Después de dos años de ausencia por la pandemia había ganas de Zegama y la recompensa a la espera ha sido de las que dejan huella. De récord. Récord deportivo puesto que se han pulverizado las plusmarcas tanto masculina como femenina y récord también de aficionados que han tomado el macizo de Aratz y la Sierra del Aizkorri y han llevado en volandas a los y las atletas regalando de paso al mundo imágenes tan icónicas como las del paso por el Sancti-Spiritu. Una imagen que este año, si cabe, ha sido aún más espectacular. El catalán Kilian Jornet y la holandesa Nienke Brinkman han puesto la guinda a una 21ª edición de la Zegama-Aizkorri que hoy ha brillado más que nunca como capital mundial del trail run.
“Ha sido espectacular, las condiciones para correr han sido perfectas porque hacía sol y el terreno estaba seco lo que permite ir más rápido”, explicaba el hombre leyenda de Zegama, un Kilian Jornet que hoy se ha adjudicado su décima victoria en once participaciones. Y lo ha hecho con un tiempo de 3h36:40, rebajando en ni más ni menos que nueve minutos la plusmarca en manos de Stain Angermund desde 2017. Kilian ha dominado a placer en la que es “su casa” y se ha impuesto por delante del italiano Davide Magnini (3h39:31), que ha llegado a subir primero en Sancti Spiritu, pero ya en el descenso no ha podido aguantar el ritmo de Kilian. “No tengo palabras, el público ha sido espectacular y me han regalado uno de los momentos más bonitos de mi vida” decía el joven atleta al que el mismo Kilian ha augurado un futuro prometedor. Por su parte, el español Manuel Merillas (3h45:43) ha ido de menos a más y ha conquistado el tercer puesto del podio.
La historia de Kilian Jornet con Zegama comenzó cuando él tenía 16 años y venía con los libros porque tenía exámenes. Su décima victoria la ha festejado con sus dos hijas. “Estoy muy contento con el tiempo que he hecho pero las condiciones hacen mucho, el terreno estaba seco y nos ha permitido ir rápido. Llegaba con buenos entrenos y la estrategia ha salido perfecta. Y hemos podido ganar aquí que es algo a lo que nadie se acostumbra. Lo importante también es que tras la pandemia la carrera ha vuelto y ha sido increíble”, añadía Jornet.
Si en categoría masculina el nombre propio ha sido Kilian Jornet, en la femenina la gran protagonista ha sido la holandesa Nienke Brinkman, que más que rebajar se podría decir que ha triturado el récord de la prueba que ostentaba Maite Maiora desde 2017. En el que era su debut en Zegama, Brinkman ha cruzado la meta en 4h16:43, 18 minutos menos que el registro de Maiora. “La carrera ha sido muy dura a nivel técnico para y más rápida de lo que pensaba. El momento más duro ha sido precisamente en la parte técnica, cuando coronaba el Aizkorri, y también en la última parte de la carrera, en el descenso, porque estaba ya muy cansada. El público ha sido simplemente alucinante, una gran experiencia”, explicaba la holandesa, atleta revelación en el 2021 y que ha aterrizado a los 28 años en el mundo del trail run después de haber sido jugadora de hockey, de haber completado dos maratones de asfalto y de empezar un doctorado en Geofísica. Un portento.
Por detrás de Brinkman cruzaron la meta también en tiempo de récord dos debutantes más en Zegama, la suiza Maude Mathys (4h26.03) y una pletórica Sara Alonso que no podía dejar de sonreír después de hacerse con el tercer puesto con un tiempo de 4h26:40. Tercer puesto, en su segunda maratón de montaña, y compitiendo con algunas de las mejores del mundo. “Voy a necesitar tiempo para procesarlo todo. Ha sido brutal. He disfrutado tanto que no me ha dado ni tiempo a sufrir. No he mirado el tiempo, veía que la carrera era muy rápida y yo pensaba, Sara vas muy rápido no vas a llegar a meta y aquí estoy, con un tiempo de locos. He hecho mi carrera, me iban diciendo que Maude estaba a dos minutos y Brinkman a seis, pero mi prioridad era llegar a meta. Después he visto que igual podía haber apretado más, pero el objetivo era disfrutar y lo he conseguido.
«La subida al Sancti Spiritu ha sido espectacular, inolvidable, no me lo esperaba tanto”. Palabra de Sara Alonso, que ha puesto la mejor energía y sonrisa a una Zegama que en su 21ª ha sido y ha hecho historia.