Pese a encontrarnos en Cádiz y primeros de abril, el VIII Campeonato de España de Trail Running disputado en la Sierra de Grazalema, ha tenido lugar con frío. Durante la jornada hubo viento racheado y las temperaturas eran bajas en la zona alta del Puerto de Las Palomas. El suelo estaba húmedo y se barruntaba posibilidad de caídas, aunque todos los atletas consultados han confirmado que se agarraron bien al terreno. Además, en alguna zona complicada, la organización dispuso de buena señalética para advertir del peligro a los deportistas.
Andreu Simón era el único de los presentes que había sido campeón de España en alguna de las siete ediciones previas (2020) y por tanto sobre su figura recaía el papel de gran favorito, por mucho que todos supieran que el catalán llegaba con una preparación escasa en montaña, tras su debut como maratoniano de asfalto en el Zurich Maratón de Sevilla, el 20 de febrero, con un buen registro además de 2h20:46.
La carrera salió muy compacta, con hasta 10 atletas ubicados en el grupo de cabeza en los primeros compases, todos de subida en dirección hasta el Puerto de los Acebuches con protagonismo inicial para Raúl Criado, que luego sufrió una sanción por recibir avituallamiento fuera de zona establecida.
Tras todo el primer ascenso hasta pasar el Puerto de Las Palomas y la zona del Cerro Cobos (12,8 km y superando los 1.300 metros de altitud) eran siete atletas los que marchaban agrupados con el mencionado Simón, el andaluz Raúl Ortiz, el cántabro Borja Fernández, los levantinos Ricardo Cherta y Guillermo Albert, el aragonés Marcos Ramos y su paisano Daniel Osanz, el vigente campeón de España de Carrera Vertical. Transcurrió la prueba sin muchos sobresaltos por un terreno en descenso (había que recuperar los casi 700 metros de desnivel ganados, de nuevo hasta el Puerto de los Acebuches) con algunos toboganes eso sí, mezclando zonas técnicas con otras más corribles, en definitiva y como nos ha contado Andreu Simón «un trazado ratonero, que se acababa haciendo muy duro por lo variado del mismo y porque tampoco dejaba mucho descanso, aunque es cierto que fuimos toda esa parte a un ritmo cómodo. Yo en mi caso además era la táctica que tenía, ir guardándome al principio a ver qué hacían mis rivales y sobre todo muy pendiente de Marcos Serrano, un hombre al que no conocía de nada hasta hace unas semanas, cuando nos enfrentamos en un trail de 20 km y estuvimos muy igualados»
Los siete corredores llegaron así hasta el km 26,5 de Las Mesas (avituallamiento asistido) y a partir de allí, y como si hubiera tocaran a arrebato, mientras que Andreu, Raúl y Borja paraban a avituallarse (eran los cuatro atletas que habían cogido una ligera ventaja en cabeza), Marcos Serrano decidió tirarse para abajo a tope y sin miramientos. Andreu pudo reaccionar rápidamente y enjugar la ventaja, y los dos discurrieron por ese descenso con las dos duras subidas que tenían por delante antes de iniciar en Los Acebuches, los últimos 10 km, ahora ya sí, todo para abajo hasta meta.
Ni Borja Fernández, medalla de bronce en 2020 y 2018, ni Raúl Ortiz, el que mejor conocía el terreno de los cuatro, pudieron reaccionar por detrás y no hicieron otra cosa sino perder minutos de forma irremisible. Marcos Ramos (Zenit Aleet – La Mafia) un hombre con unas referencias en asfalto este año de 31:15 (10k) y 1h08:53 (Media Maratón), estaba siendo la agradable sorpresa de la jornada y estaba al frente de la prueba apretando de lo lindo a Andreu Simón. El aragonés no lo sabía, pero Simon atravesaba problemas «con calambres en la zona de los aductores que podía controlar, pero que me hacían limitarme a seguir el ritmo de Marcos como podía», nos cuenta Andreu, quien, en el kilómetro final, y en subida para entrar en Zahara, puedo cambiar el ritmo y soltar a Ramos y ganar su segundo título nacional por 37 segundos. El podio lo completó Borja Fernández, a casi seis minutos del vencedor, coleccionando por tanto su tercera medalla en campeonatos de España.
Raúl Ortiz y Daniel Osanz llegaron a continuación, pero ya con varios minutos entre ellos, y lo mismo ocurrió con los atletas del Metaesport Guillermo Alberto y Ricardo Cherta. Hasta el noveno clasificado bajaron de las cuatro horas. La victoria por equipos se decidió en los 10 km finales del descenso, con victoria para el Km Vertical Torrelavega por tres minutos de diferencia sobre el Zenit Atleet – La Mafia. Con su victoria en Zahara, Andreu Simón, que este año defiende los colores del F.C. Barcelona y que desde hace tres campañas está dirigido por Rafa Flores, demostró que se puede compaginar el atletismo en ruta de mucho nivel con el máximo rendimiento en Trail Running en un breve espacio de tiempo.
Las chicas tomaron la salida con notables ausencias de algunas de las favoritas que figuraban inscritas, como la medalla de bronce en 2021 Miria Pons o la campeona de España de Carreras de Montaña-Trail Running, Nuria Gil, ambas atletas del C.E. Penedés.
Las presentes salieron lanzadas con Virginia Pérez (Bilbao Atletismo) y Moana Lilly Kehres (Milla Chicharrera 2007) tirando en cabeza, y ambas consiguieron unos metros de ventaja sobre la castellonense Julia Font (Metaesport Riba-Roja de Turia). Font, subcampeona el año pasado ha ido desde el principio hasta el final a su ritmo según nos ha contado, a ella le gusta salir así y cuando en torno al km 6 ha alcanzado a Virginia y Moana, ha decidido seguir a su ritmo sin preocuparse de que si las rivales la seguían o no.
Julia, que llegaba tras una gran exhibición en el Trail Tres Valles de Salamanca (36km) tenía su día y lo tenía que aprovechar. Siguió a su ritmo continuo, como una apisonadora, sin mirar para atrás un solo instante y no parando de aumentar diferencias, sobre todo como nos ha comentado «porque seguí muy concentrada en todo momento. He estado más de una semana por aquí entrenando, conocía muy bien el recorrido y no te puedes descuidar porque mezcla zonas técnicas, que a mí me gustan y se me dan bien, con otras mucho más corribles y lo bueno es que vi que las piernas iban bien en todos los ámbitos. Está claro que este año he mejorado esa asimilación de kilómetros, porque antes en una carrera tan larga, me quedaba vacía y hoy ya no ha sido así». Al Puerto de Las Palomas (12,8 km) llegó con una ventaja de minuto y medio sobre la pareja Virginia-Moana.
Por el único punto del avituallamiento asistido, en Las Mesas (km 26,5) y tras haber descendido desde los más de 1.300 metros de las zonas más altas, hasta los 582 de este punto, las posibilidades de triunfo de Font se disparaban, con una ventaja sobre sus perseguidoras de más de siete minutos. Pérez, que pasaba por allí segunda, tenía a su vez unos tres minutos sobre Moana, que claramente estaba pagando su juventud (apenas 20 años) en una distancia tan exigente. No obstante, Julia Font no se fiaba porque esa supuesta bajada desde aquí hasta el km 40 de la meta, tenía dos trampas importantes, en forma de ascensos exigentes, sobre todo el del Puerto de Los Acebuches (30,7) porque ya desde ahí sí que era todo hacia abajo, salvo la entrada a Zahara, para volver en parte por el camino de ascenso inicial. Y la de Fondeguilla disfrutó esos últimos kilómetros, «sin mirar para atrás por si acaso» pero feliz, pensando en que con su actuación se ganaba la preselección para el Mundial y el Europeo. La discípula del valenciano Toni Montoya llegó a meta en 4h17:55 y una gran ventaja sobre Virginia Pérez, se hacía con el subcampenato (4:34:26) entrando en su caso muy acalambrada, situación parecida a la de la canaria Moana Kehres que completó el cajón 5:26 más atrás. La catalana Ingrid Ruiz no estuvo lejos del podio y llegó a acercarse a poco más de 3:30 de Moana. Por equipos, campeonas fueron las chicas del conjunto vasco-manchego Goierri Garaia, que este año ha unido al tradicional equipo guipuzcoano de atletismo de toda la vida, el potencial del Ekuon Sport de Albacete, creado hace unos años para trabajar en Trail Running.