El MDS se desarrolla en unas condiciones duras, en total autosuficiencia, donde cualquier fallo podemos pagarlo muy caro, enviándonos a casa, así, sin más. No es descabellado e inusual que algún detalle se nos pase por alto, frente a todos los preparativos que hemos de llevar a cabo, pues además del voluminoso entreno que hemos de realizar, tendremos que ocuparnos de una logística compleja (alimentación, accesorios de cocina, saco de dormir y esterilla, etc…).
Así pues, tened en cuenta estas 4 directrices, que bien aplicadas, os puede evitar algún disgusto, a 300 kilómetros a la redonda de cualquier punto habitado. Vamos allá.
HIGIENE PERSONAL.
Os aconsejo que lleveis siempre a mano, un jabón o antiséptico para limpieza de manos en seco, sin necesidad de agua. Posiblemente después de cada etapa, al llegar al campamento saludemos y felicitemos a los compañeros de haima estrechando la mano, y eso, justamente puede ser un intercambio de bacterias contínuo, pues lo habitual -y normal- es manipular comida, ya sea envasada al vacío, frutos secos, etc. con las manos, sin prestar atención a este detalle.
Para evitar esto, yo llevé un pequeño frasco de 100ml. en el bolsillo del pantalón, y antes de manipular la comida, ya fuese a la hora de prepararla en el campamento, o para tomar alguna barrita o frutos secos en carrera, me lavaba las manos. Teniéndolo tan a mano, era muy difícil olvidarme de esta sencilla y necesaria operación.
Una buena precaución es, en lugar de dar un apretón de manos a los compañeros de fatiga, chocar los puños a modo de saludo, una costumbre muy común y totalmente válida. Pensad que por ausencia de higiene podemos padecer algún virus intestinal, casi lo peor que nos puede pasar en carrera.
Una segunda opción, ligera y práctica son las toallitas húmedas (en paquetes de 12 unidades), se conservan bien y nos solucionan razonablemente bien (teniendo en cuenta donde estamos) el aspecto de la higiene personal e íntima. Con un paquetito de 12 unidades y medio rollo de papel del váter, tenemos razonables garantías de guardar una cierta compostura higiénica.
CALCETINES, ¿CORTOS O LARGOS?
Sobre los calcetines, mi consejo es que llevéis unos largos (H5) como por ejemplo, los Lurbel Gravity, de modo que sobresalgan de la polaina. Primero porque hará mucho más difícil -realmente imposible- la entrada de arena por hundimiento de la zapatilla.
Segundo, porque la polaina, siempre quedará a una altura algo por debajo del calcetín, y evitaremos roces en la piel, ya que la polaina siempre se mueve algo, a causa del ciclo de pisada, pues va sujeta a la zapatilla, que oscila continuamente, provocando ése movimiento de la polaina.
Todo esto, puede derivar en roces, sobretodo, si la polaina lleva algún tipo de cremallera o velcro. Cualquier elemento rígido (cremallera) o punzante (extremos del velcro) puede producirnos irritaciones cutáneas agravadas por la mezcla de polvo, y también sudor.
Mi consejo es que la polaina no lleve ninguno de esos dos sistemas, como por ejemplo las RaidLight Desert. Las utilicé en MDS 2018 con extraordinario resultado.
SUJECCION DE LA POLAINA EN LAS ZAPATILLAS ¿PEGADO O COSIDO?
En este punto ni se os ocurra jugárosla haciendo manualidades. Olvidaos de remiendos y de pegarla con cola de contacto. En 2018, después de la primera etapa, vi corredores en la carpa de organización pegando velcros que se habían desprendido, y pensad, que si no podéis sujetar la polaina con seguridad, y os entra arena, el fracaso está asegurado.
Evitar unos pies destrozados por la abrasión de la arena, os costará unos 25 euros; el coste de llevar las zapatillas a un buen zapatero, que primero ha de pegar el velcro, y después coserlo con doble costura. Es el modo de acabar la carrera con la zapatilla intacta, y los pies perfectos.
Por cierto, el velcro NO ha de ir cosido a la mediasuela, ha de ir justamente por encima (en el upper) y apoyado en ésta. Así tenemos mucho más margen para que la zapatilla se hunda en la arena, minimizando el riesgo, de modo que no penetre ni un grano de arena, y por tanto, el velcro sufrira menos (obteniendo mayor durabilidad), al reducir en la medida de posible, el contacto con la arena.
¿PODRÉ CARGAR EL MÓVIL O LA CÁMARA?
Si piensas ir haciendo fotos o vídeos en carrera (totalmente recomendable), llévate un cargador externo, o baterías adicionales, pues allí No podrás cargar tus aparatos electrónicos. No hay ni enchufes, ni lugares habilitados para tal efecto. Estamos en Sables, con total autosuficiencia. Recuérdalo.
Otra opción es un cargador solar, ojo con el peso, ya que van de los 60, hasta los 400 gramos, que deberemos sumar a nuestra mochila. Valóralo.
Dicho esto, ánimo en la preparación, disfruta de ella, pues es parte del Marathon des Sables. Pero por encima de todo, impregna tus sentidos cada minuto de esa experiencia, pues el día que cruces la meta y el mismísimo Patrick Bauer te cuelgue la medalla, estarás pensado en el próximo MDS.
En ese momento eres “víctima” del desierto.
Has caído en su dominios.
No hay vuelta atrás.
Vívelo.
Juan González es colaborador de Territorio Trail Media
En 2018 participó y cubrió el Marathon de Sables para Territorio Trail, labor que repetirá en la edición 2019