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Correr con mi doble

Todavía no lo sabes, pero estás buscando una motivación para correr con tu pareja. Texto de Luis Serrano

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En realidad, todavía no lo sabes, pero todo indica que estás buscando una motivación para correr con tu pareja. Tanto es así que ya no sólo buscas tus zapatillas preferidas en internet para ti, también lo haces para tu media naranja. Sabes que te llenan los entrenamientos con el club, con la pandilla que sales a trotar habitualmente, las tiradas largas son perfectas para trotar con la calidad humana del grupo, pero sabes que llevas el corazón vacío y eso no te ayuda en los objetivos. Para intentar cuadrar el círculo vas buscando estrategias: colocas las zapatillas de tu pareja al lado de las tuyas antes de salir a trotar, preparas con esmero las barritas energéticas al lado de las tuyas, pones el reloj a la misma hora los domingos, te sientas al lado mientras ojea los entrenamientos semanales… estrategias.

Puede que lleves corriendo años, lustros, décadas, si sobrepasas los 50 diremos que corres desde que eras pequeño, pero ¿cuántas veces has trotado con tu pareja? Para ser realistas, esa afición que tienes ¿la guardas solamente para ti? ¿no quieres compartir con tu pareja cada momento de satisfacción que te supone dar una zancada detrás de otra? Seguro que existen estudios que demuestran que correr en pareja es una buena herramienta para el fortalecimiento de la relación, por cada uno que salga brotará otro que demuestre lo contrario y confirmará que los seres humanos necesitamos espacios en nuestras relaciones de pareja y que son precisamente los momentos dedicados al trote esos “espacios”. Permitidme decir que no me lo creo.

¿Qué elementos debemos poner encima de la mesa para correr con nuestra pareja? ¿Metemos a [incluye aquí el nombre de tu pareja] en el club al que llevamos asistiendo años y donde tenemos asignado un determinado rol? ¿Metemos a [incluye aquí el nombre de tu pareja] en el grupo del bocasangre del polideportivo donde aquella persona que no sea capaz de hacer menos de 5*(3*600 rec 45”) es menos que la suela de una zapatilla para tirar? ¿Metemos a [incluye aquí el nombre de tu pareja] en nuestra zona de confort de las cañas post-entrenamiento (sabiendo que beber se nos da fatal y decimos muchas tonterías)? Por qué no buscamos unos objetivos comunes, unos retos acordes a nuestras vidas y unas motivaciones que permitan que los entrenamientos compartidos, en pareja o acompañados del grupo, nos ayuden de manera concisa a fomentar la relación de pareja, incluyendo comunicación positiva y empatía plena. Ojo, no estoy hablando de dejar a un lado los objetivos y retos personales en los que es cada persona de manera individual quien debe ponerse en la línea del frente.

Intentemos encontrar esos elementos comunes partiendo de esa base: “elementos comunes”. Me vienen a la mente un buen puñado de parejas que lo harían fenomenal, pero estamos hablando de gente privilegiada en esto de poner un pie delante del otro, así que empecemos por algo para lo que no todas las personas estamos capacitadas y quizás aún menos en pareja. Olvidemos nuestro nivel máximo de rendimiento, siempre que el nivel de nuestra pareja sea diferente al nuestro deberemos aplicar la adaptación y no competir. Probablemente os vengan a la cabeza ideas perversas sobre cuándo demonio tuvisteis la idea de empezar a compartir trotes. Olvidando la competición daremos el primer paso para encontrar el deseado nirvana.

Si, es probable que estemos a las puertas del primer día compartido, que todavía no se haya producido o que incluso, todo lo contrario, llevemos años haciéndolo, no importa, toca sentarse de nuevo, marcar y buscar objetivos comunes para compartir, que la ilusión de la novedad haga el resto. Los objetivos pueden ser múltiples y variados, desde la típica carrera de tu pueblo o ciudad, ese reto que siempre has tenido en mente y que es el momento de sacar del armario porque lo vas a compartir con tu pareja o quizás debáis hacer una lluvia de ideas a ver quién de los dos tiene la más descabellada. Os animo a tranquilizaros si solo queréis salir por la vía verde de vuestra población, no pasa nada, ese objetivo es igual de válido y os permitirá encontraros de la misma manera que a otros compartiendo una carrera por etapas.

Vale, hemos olvidado el bocasangre para centrarnos en ritmos de entrenamiento compartidos, hemos puesto encima de la mesa aquellos objetivos realizables que nos gustaría compartir con nuestra pareja en base a nuestra experiencia, tiempo, condiciones físicas… ¿cómo vamos de motivación? ¿Eres capaz de motivar a tu pareja desde la empatía? Si tienes mejores cualidades físicas es probable que tengas que estar en estado de alerta constante para que tu pareja no caiga en el desánimo. Debes recurrir a aquellos objetivos que pusisteis encima del tapete como sea, premiando los momentos malos, motivando para seguir hacia delante, evitando caer en el abatimiento, incorporando y combinando sesiones diferentes para mejorar y ver dónde estamos más cómodos (aquí os animo a poneros en manos de un profesional del entrenamiento) y por si las sesiones que se han producido no han tenido los resultados óptimos, no solo a nivel físico sino a nivel mental y de resultado, recuerda el objetivo, ¡focaliza! ¡Queremos reforzar vínculos no favorecer distanciamientos!

Sea cual fuere el objetivo, disfrutad del proceso, si era el día a día, corto plazo: ENHORABUENA, ya estáis cumpliéndolo, no olvidéis compartir cada nueva sensación que se produzca y recordad que si queréis resultados diferentes debéis hacer cosas diferentes. Si el objetivo era más a medio plazo, del tipo participar juntos en una carrera, perfecto, no creáis que diciendo lo que sentís a vuestra pareja estáis rompiendo el decálogo, la Biblia de correr en pareja debe escribirla cada pareja [¿estoy tirando piedras contra mi propio tejado escribiendo una Biblia aquí?]. Llegado y cumplido el objetivo marcad más en el calendario, quizás no quedó bien claro lo de darse un beso después de cada sesión de cuestas o al llegar a 50 kilómetros semanales no habíais pactado quién tenía que regalar unas rosas a quién. Ah, perdón, si, los objetivos atléticos también está bien cumplirlos, si terminasteis aquella media maratón contentos y os apetece seguir hacia delante con nuevos proyectos y objetivos perfecto, qué mejor motor que mueva los engranajes de la motivación que una pareja contenta ¡hasta podréis hacer el amor otra vez, no hay excusas!

Contenido extra, los tips que pueden funcionar siempre:

  • Si eres de los que piensa que es imposible porque tus objetivos son muy dispares, no lo dudes, haz el calentamiento con tu pareja, nadie os podrá quitar esos 20 minutos de conversación, por algo se empieza.
  • Comunicación, en nuestra humilde opinión mejor dejad los auriculares en casa.
  • Si podéis, buscad rutas diferentes que eviten el “oootra vez…”, romped con la rutina.
  • Recompensas durante y post.
  • Intentad encontrar el momento para un abrazo y un beso, por ejemplo, al final de una cuesta.
  • Felicitaros por acabar el entrenamiento y pensad en aquellos momentos en que no pudisteis compartirlos.
  • Seguid liberando endorfinas en casa tras una buena ducha, actúan como analgésico del dolor y no tienen efectos secundarios.

 

 

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