Courmayeur, la pequeña localidad a los pies del Mont Blanc, centro esencial de la brutal carrera Tor des Géants, otrora aldea que en 1818 vio nacer a manos de un herrero, el alpinismo tal y como lo conocemos hoy. Hace 200 años, un artesano transformó su trabajo tradicional en equipos de alta montaña. A partir de ahí, la familia Grivel entendió que tenía mucho que aportar y además disponían del marco ideal para convertir el magnífico entorno en un enorme laboratorio al aire libre: Los Alpes y el Valle de Aosta.
Hoy traigo a estas líneas un producto que ha pasado a ser prácticamente imprescindible para los corredores de larga distancia en montaña; los bastones. Grivel nos ofrece un producto al que sacar un extraordinario rendimiento, a un precio razonable.
CONCEPTO
El Trail Three es un bastón plegable en tres tramos mediante un curioso sistema de bisagras y bloqueo desarrollado por la marca. El cuerpo del bastón está fabricado en aluminio de aleación 7075 (utilizado en la industria del ciclismo), y su compromiso entre ligereza/resistencia lo avala. La marca ofrece 3 medidas: 112, 122 y 130 centímetros. En concreto, mi unidad es la más grande y su peso es de 204 gramos cada uno. Una vez plegado, las dimensiones pasan a ser de 44 centímetros, algo más grandes que los modelos diseñados en «N» de 4 tramos.
El bastón se suministra con una roseta pequeña, que viene colocada de fábrica. Creo que tiene un tamaño perfecto para moverse por casi cualquier terreno blando, y además no hace tediosa la operación de introducir los palos en un cinturón para llevarlos plegados si no los necesitamos. En caso de que queramos practicar alguna actividad sobre nieve, podemos quitar la roseta pequeña, y enroscar en su lugar la de mayor tamaño, que se suministra con los bastones. Operación totalmente sencilla que se realiza en pocos segundos.
EN MARCHA
Para desplegar los bastones deberemos «entender» el sistema de bisagras, totalmente diferente al que hayamos probado anteriormente. Cada tramo, está conectado a una pequeña rótula con único ángulo de giro. Es decir, las dos bisagras en cada tramo tienen ángulos diferentes, por lo que al desplegar el palo, deberemos cuidar de no forzarlas. Esto no tiene mayor secreto que el propio de familiarizarse con este sistema. Con unas cuantas veces que realicemos la operación, nos acostumbraremos. Al principio costará, no voy a engañaros. Seguidamente deslizaremos hacia abajo los dos grandes pasadores que hacen de bloqueo y con un movimiento corto y seco, alcanzaremos su finalidad. De este modo, tenemos el bastón bloqueado de una forma totalmente segura, y con una rigidez extraordinaria. A mi juicio, su mayor virtud, ya que no se observa flexión alguna en apoyos comprometidos. Un margen de entre 10 y 20 gramos de más respecto a su competencia directa es el precio a pagar por ese extra de rigidez. Me parece justo.
La espuma que compone el mango es de alta densidad, algo más larga de lo habitual, para encontrar el punto de sujeción si el desnivel se pone realmente negativo, y hemos de coger el palo desde más abajo, para anclarlo al suelo, y tener por donde «tirar» de él. La empuñadura se compone de varios surcos, todos de la misma medida. Yo hubiese preferido una forma más ergonómica, más lisa, para relajar la palma de la mano, sobre todo en carreras largas. La dragonera es sencilla, sin acolchado alguno, pero cumple su comentido. Tiene un tacto suave, y un estrangulador para regular y encontrar nuestra medida en cada situación.
DATOS
Lo encontraremos en los colores corporativos de la marca negro-amarillo, y un bonito tono bronce en los tramos de aluminio.
Medidas disponibles: 112, 122 y 130 cms.
204 gramos cada uno en 130 cms.
PVPR: 102 euros