Este período complicado que estamos atravesando, con la cancelación de las carreras más importantes, ha permitido a muchos corredores pensar en cómo será el futuro de nuestro deporte. Este es el caso de Xavier Thévenard, que quiere poner en práctica su compromiso ecológico: ya no quiere tomar el avión para ir al otro extremo del planeta. Actualmente se encuentra en Chamonix, donde está completando su primera gran sesión de entrenamiento del año.
Todas las carreras han sido canceladas esta temporada, especialmente las más importantes. ¿Cómo vives esta situación?
Esta es una situación especial porque estamos acostumbrados a colocarnos varios dorsales al año. Pero, si ponemos las cosas en perspectiva, hay cosas más importantes ahora mismo. El trail es un deporte que vivimos con pasión, que nos sale de dentro y vivimos aunque no pensemos en la competición. Ahora no hay carreras, pero podemos encontrar otras ideas, otros proyectos para llevar a cabo y divertirnos de otra manera.
Este año, querías dedicarte al trailrunning de forma profesional. Esta situación, ¿la ves como un golpe de mala suerte?
Decidí este año dedicarme exclusivamente al trail y, desgraciadamente, no hay competiciones. Tendrá que ser el año que viene. Voy a seguir entrenando. Estas son experiencias que te hacen crecer. Me cuido, veo a mis seres queridos, eso es lo más importante ahora mismo.
Durante el confinamiento algo pasó en tu casa en Doubs. Reflexionaste mucho sobre ecología
Con bastante frecuencia me hago preguntas existenciales. Durante el confinamiento leí más de lo habitual. Pero mis convicciones ecológicas no nacen de la noche a la mañana. Quiero que el mundo vaya más en la dirección correcta. Todos estamos llenos de paradojas y no quiero dar lecciones porque yo mismo estoy lejos de ser irreprochable. Pero no es concebible decir que haré 15,000 kilómetros en avión para ir al otro extremo del planeta, particioar en una carrera de 170 kilómetros y regresar. Eso no es demasiado lógico. He decidido que no viajaré más a los Estados Unidos, ya no tomaré vuelos de larga distancia para competir. Esto es algo que está en sintonía con el pensamiento de mis compañeros. Dicho esto, cada corredor es diferente. No me imagino a un corredor seleccionado en los Juegos Olímpicos que le diga a patrocinador: no voy a los Juegos Olímpicos porque tengo que volar y no entra en mis convicciones. Entiendo que es un tema delicado.
Al tomar esta decisión, ¿te estás autoexcluyendo de participar en carreras en el extranjero?
Las carreras emblemáticas en Europa están Chamonix y en UTMB. Y además, también tenemos muchas carreras excelentes en los Alpes o en las cercanías que nunca he hecho. Primero quiero hacer esto que tengo cerca. No tengo que ir al otro lado del mundo para correr. Lo estoy pasando muy bien aquí. Mis necesidades no son superficiales: necesito un par de zapatillas, necesito comer y necesito estar en la naturaleza. Y si tengo todo eso, es suficiente.
¿Crees que es un buen momento para que el mundo del deporte piense en este tipo de problemas?
Los atletas deben dar su punto de vista y mostrar sus convicciones. Debemos reagruparnos también como sociedad. Estamos en el camino para lograr limitar nuestros viajes. Debe garantizarse que solo hay una carrera al mismo tiempo y que no estamos dispersos por todo el mundo. No debería depender de los atletas decir: ¿cómo hacemos que las cosas pasen, cómo limitamos nuestros viajes y reducimos nuestro impacto de carbono? Debería depender de nuestros líderes encontrar soluciones.