Este año se han escuchado más lenguas que nunca en el Andorra Ultra Trail Vallnord. Corredores de 41 países han participado en alguna de las cinco pruebas. Entre ellos, algunos de regiones con poca tradición de trail running como Uruguay, Martinica, Sudáfrica o la Polinesia Francesa.
Y es que el Andorra Ultra Trail Vallnord es más que una carrera. Así lo demuestran las historias de superación que hay detrás de cada atleta. Este año muchas han sido las anécdotas que han teñido de color y emoción una carrera ya de por sí única. El viernes, a la salida de la Ronda dels Cims, el japonés Nobukaki Kikuchi sorprendía a los espectadores vestido, además de con todo el material obligatorio, con un disfraz de luchador de sumo. Una nota de humor que se suma a historias singulares como la de Cristina, que fue madre hace tres meses y no se quiso perder la Marató dels Cims. Sin embargo, terminó la carrera en 12 horas y 29 segundos dando el pecho a su pequeño en cada avituallamiento.
También se vivieron momentos emotivos como la llegada de la norteamericana Melissa Gosney. La segunda clasificada de la Ronda dels Cims participó junto con su marido, Brett, que abandonó la carrera tras el avituallamiento de Claror. Su reencuentro en la línea de meta puso la piel de gallina a todos los presentes en Ordino.
El espíritu de las cuatro pruebas del Andorra Ultra Trail Vallnord no hace distinciones de edad. El sábado a las 19:11 horas Juergen Kuhlmey, de 78 años, llegaba a Ordino tras completar la Marató dels Cims en 11h11’44’’. Con 59 años menos, el checo Tomas Stverak cruzó la meta con un tiempo de 37h16’07’’, siendo el corredor más joven en completar la Ronda.
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