Sheila Avilés y Claudia Sabata regresan a lo grande en el Trail Costa Brava

Ambas, tras meses complicados, vuelven a la competición con victoria en una prueba que vuelve a enamorar a sus casi mil participantes.

Los adeptos del trail running volvieron a responder a la llamada de Klassmark. Tras las restricciones de la última edición, el Trail Costa Brava recuperó el programa completo con tres recorridos que reivindican el litoral gerundense. La Costa Brava va más allá de las postales de verano. La carrera es una gran oportunidad para conocer su esencia. No hablamos de los turistas que llenan complejos hoteleros, sino de los habitantes que le dan vida los 365 días del año. Novecientos corredores se acercaron a Palamós, un pueblo que mira el mar en todas sus vertientes, para descubrir la auténtica costa. El perfil abrupto y escarpado del Trail Costa Brava la convierten en una auténtica carrera de montaña bañada por el mar. La tecnicidad y dificultad del recorrido no impidieron que Thibaut Baronian y Sheila Avilés fueran más que protagonistas este domingo 20 de marzo. Dos de los nombres más importantes del trail running internacional brillaron en Palamós.

La distancia Marathon proponía un viaje de 42 kilómetros con 2000 metros de desnivel positivo que descubre gran parte de la Costa Brava. La carrera arrancó en la localidad de Pals, el recorrido era lineal, rumbo al litoral para reseguirlo hasta la llegada de Palamós. Rocas, arena, raíces, piedras… un terreno de juego heterogéneo y rompepiernas aguardaba a todos los participantes. Thibaut Baronian se rehízo de su primera experiencia en el Trail Costa Brava, tuvo que abandonar en 2020, para alzarse con la victoria. Nadie pudo cuestionar el dominio del francés, quien firmó un registro estratosférico, 3h42m05s, para dominar la prueba con solvencia. Ignasi Ferrer y Pol Morell también bajaron de las cuatro horas para escudarlo en un podio de mucho nivel.

La localidad marítima de Palamós también vibró con la llegada de la primera clasificada Sheila Avilés. La corredora de Igualada va recuperando el nivel que deslumbró al mundo. Con los pasos de los kilómetros, Avilés iba reafirmando su condición de favorita para cruzar la línea de meta en quinta posición absoluta, una auténtica barbaridad, tras 4h15m13s de esfuerzo. Corina Sommer y Jenny Arasil la flanquearon en la foto de honor tras asaltar el podio de unas de las carreras más duras y exigentes de Klassmark.

Fotografía: Sixt Visuals

El corazón del Trail y la Express latía en su totalidad en Palamós. Ante la incertidumbre meteorológica, la lluvia ha sido protagonista, la organización desplazó ambas salidas y todas las llegadas bajo techo. La Nau dels 50 Metres ofrecía todos los servicios en un mismo espacio. El primero en aparecer fue Richard Horton, tras completar los 13 kilómetros con 300 metros de desnivel positivo de la Express en 56m07s. La distancia más explosiva y rápida del día también aupó a Marc Fugardo, segundo, y Joan Frago, tercero, entre los mejores. Claudia Sabata firmó la victoria en la baraja femenina, tras 1h05m53s de esfuerzo, por delante de Alicia Speake y Cristina García.

Tanto el recorrido Trail como el Express arrancaban por el interior para conectar con el tramo final de la Marathon y gozar de los acantilados y playas de la Costa Brava. Eso sí, el bucle del Trail ascendía a los 22 kilómetros con 700 metros de desnivel positivo. Un kilometraje donde brilló con fuerza Jordi Roy para inscribir su nombre en el palmarés de la prueba. 1h32m22s para superar a Adrián Martín y Arnau Amadó. Por su parte, Laia Montoya también acaparó focos tras cruzar la línea de meta en 1h43m27s. Este registro la catapultó a la séptima posición absoluta y a lo más alto de la clasificación femenina, por delante de Jamie Bookwalter y Esther Gil. Las mujeres estuvieron a un nivel superlativo.

Klassmark no cesa en su empeño de luchar contra la emergencia climática. El Trail Costa Brava volvió a ser un ejemplo de evento responsable y sostenible que contrasta con alguna mala praxis del pasado donde algunas zonas urbanísticas castigaron el litoral. Es momento de tomar buena nota para no cometer los mismos errores. Es el deber de todos los implicados, participantes y organización, dejar el entorno mejor que lo han encontrado. Carreras sin huella. Solo así podremos seguir disfrutando de la esencia Costa Brava; la auténtica.

 

 

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