Es el segundo artículo que escribimos sobre este tema y esperemos que no sea el penúltimo. Esto sólo significaría que el último sería la confirmación de la cancelación del Mundial de Chiang Mai. La situación ahora mismo es complicada y pasamos a exponerla.
La fecha del mundial se dio a conocer en diciembre de 2020 con Tailandia en la elite de los países que hicieron frente al coronavirus, a la altura de Nueva Zelanda y muy por encima de otros países más desarrollados. Nadie en diciembre se podría esperar que ahora Tailandia iba a estar como está. Pronto se dio a conocer un plan de reapertura del país, en el que en octubre, la única condición iba a ser estar vacunado y PCR negativa. Mientras que los atletas de los países que queríamos acudir, solo pensábamos en que nos vacunasen a nosotros, la historia se fue complicando poco a poco…El primer punto de control iba a estar en Julio y la apertura de la Sandbox de Phuket. Si esto iba bien, los planes seguirían en marcha.
¿Qué ha pasado desde aquellas fechas hasta ahora? Pues una variante delta que ha golpeado con más virulencia que las anteriores cepas y una previsión de vacunación local muy mala. Hemos pasado de: no poder entrar para no infectar a no poder entrar porque el virus corre libre. Con este coctel, tenemos medio país cerrado a cal y canto, la burbuja de Phuket que hace aguas y un ritmo de vacunación muy lento. La realidad es que los datos sin los comparamos con España son mejores, pero la forma de actuar del gobierno tailandés no es la misma que el español, las medidas son drásticas y duras.
Bueno… pero el mundial es en Noviembre… de aquí a Noviembre… Es cierto. De aquí a noviembre las cifras van a mejorar. No es menos cierto que la prueba del mundial de moto GP se ha cancelado y no es menos cierto que al gobierno el mundial de Trail le importa lo que a España el de petanca, si fuese futbol sala o Badminton igual se hace algo… pero por esto no se van a tomar medidas oficiales.
Hay más síntomas que hacen que la cosa no huela bien: la web sigue sin funcionar…cuando ya deberíamos poder inscribirnos. Y en la página de la IUA (uno de los coorganizadores) ya ni sale. Mal síntoma para una prueba, mundial unificado, que debería ser la primera piedra de una nueva construcción.
- La primera opción, es que se cancele. Y que se cancele lo antes posible, así dejamos de hacer que la gente se haga ilusiones. Se traslada al 2022 y se hace una prueba signa de un país que se lo merece y que además se lo ha ganado. No hay que olvidar el peso que ha cogido el Trail en el país.
- La segunda opción: que se celebre y que las condiciones de entrada al país sean similares a las que se han impuesto en Phuket. Algo que desvirtúa por un lado la competición: no todos los países podrían acudir y no todos los corredores podrían acudir. Además, los países que acudan como selección se exponen a riesgos muy altos, no tanto de salud (que también) si no económicos. Según el modelo de burbujas impuesto en Phuket, el positivo de un miembro de la burbuja obliga a confinar a toda la burbuja… el riesgo es muy alto porque esa cuarentena se haría en una serie de hoteles designados a tal efecto. Fuera parte que habría que llegar mucho antes al país para guardar una breve cuarentena (3 días). Sumado a que los vuelos los tendríamos que coger muy tarde, el precio se encarece.
- Tercera opción: Una cosa intermedia y con peores consecuencias. Que se cancele a pocos días del inicio… ya con las reservas hechas. Bien porque no se pueda acceder al país o a la ciudad o simplemente se cancele la prueba.
- Cuarta opción: que todo se solucione y que todo esto sea un mal sueño. Algo que, aunque lo veo muy difícil, espero.
La situación es esta, un país en el que la situación actual es muy pesimista, una organización muy opaca y un futuro que salvo cambio muy drástico no dan garantías para que muchas personas de muchos países pueden acudir a un evento deportivo tal y como lo conocemos. Que no son los JJOO.