Hay que remontarse a 2011, y cruzar el charco para viajar mentalmente a la Western States y recordar a Kilian Jornet corriendo la mítica carrera con las primeras Sense LAB. Kilian había pedido una zapatilla rápida, extremadamente ligera, que le permitiese alcanzar y mantener el ritmo para subirse al podio de las míticas 100 millas americanas. Lo haría con 15 horas 34 minutos.
Había nacido un modelo para la historia, una zapatilla deseada y codiciada. Todos queríamos la zapatilla diseñada por, y para Kilian Jornet.
En 2020, ya tenemos en nuestras manos la octava generación de esta zapatilla de competición. Un modelo que naturalmente, ha evolucionado para mejorar en todos los aspectos. Mucho ha cambiado aquel modelo que salió a la venta con un precio de 200 euros (del cual se rumoreó su venta bajo pedido), y que había llegado a durar 60 kilómetros. Paso a detallarte los aspectos más significativos de esta zapatilla.
SUELA SOFT GROUND. Más de lo mismo.
Este tipo de suelas para terrenos descompuestos ya es marca de la casa. La denominación SG (Soft Ground) está siempre presente en el catálogo de los de Annecy. Este diseño se basa en una estructura espaciada para facilitar la evacuación de barro, con unos tacos de 5’5 milímetros de altura, y únicamente dispuestos donde hacen falta. Ni un taco de más. Se trata de mantener el peso dentro de unos limites muy exigentes.
En la parte delantera interna hay más densidad de tacos, ya que es por donde salimos en la fase de impulso o despegue, por lo que me parece razonable que en esa parte haya más que en la zona exterior. El arco plantar luce totalmente vacío de taqueado, así como la zona central del talón, donde están dispuestos en forma de V invertida en el sentido de al marcha. Un diseño lógico y coherente para una zapatilla pensada para un público que ha de tener una técnica muy, muy buena de cara a pisar con el medio o antepie.
El compuesto Contragrip TA, sin embargo, creo que actualmente queda en desventaja con otras suelas, como Vibram, Continental, o el Asicsgrip, ya que ni se adhiere tan bien, ni dura tanto. Actualmente las marcas están destinando muchos recursos a I+D en el apartado de las suelas y en este caso, creo que Salomon ha sido adelantada por la derecha.
MEDIASUELA. Competición como único objetivo.
En consonancia con la filosofía competitiva de este modelo, la mediasuela de doble densidad EnergyCell+ y firmeza considerable, muestra unos perfiles pensados para ir lo más rápido posible, sin apenas concesiones a la comodidad (entendamos esto: no es una zapatilla de entreno donde prima la comodidad en términos generales), con unos perfiles bajos, su característico drop de 4 milímetros, y que a pesar de contar con el Profeel Film para aislarnos del terreno, si pisamos una piedra, la vamos a notar. Por este motivo, es importante el peso y la técnica del corredor.
¿Es una zapatilla reactiva? Si, pero con matices. Es una zapatilla con la que podemos ir realmente rápido. Muy rápido, pero estas sensaciones vienen dadas por varios motivos: un peso irrisorio (213 gramos en número 44), un ajuste extraordinario, y unas medidas radicales, le da ese carácter, que le confiere ese carácter ágil, pero no porque la mediasuela sea especialmente reactiva.
Con esos primeros datos sobre la mesa, y entendiendo que no corremos sobre un colchón, podríamos llegar a la conclusión precipitada, que estamos ante una zapatilla estable. De nuevo si, pero puntualizando. Es decir, es cierto que no es blanda y que no tiene flaneo, pero esas medidas extremas de 67 milímetros en talón, y 50 en el arco, dejan claro la poca superficie de rodadura de la suela, por lo que ojo a nuestra técnica, como indicaba más arriba. La habilidad del corredor en este sentido, es fundamental.
UPPER. Innovación y excelencia.
Esta es la parte de la zapatilla donde más tiempo podemos dedicar a examen, ya que tiene múltiples y extraordinarios detalles, algunos de ellos verdaderamente bien pensados y mejor ejecutados. La polaina o calcetín alto es exclusivo de este modelo, que ya la versión para terreno compacto (el modelo en rojo y blanco, para entendernos), no lo lleva. Me parece muy adecuada esta solución para este modelo, en el que incentivado por su apellido Soft Ground, vamos a buscar aquel terreno embarrado, y en condiciones generalmente nada pulcras.
Con este aditamiento, conseguimos aislarnos de pequeñas piedras y barro que podría entrar rebasando el collarín convencional, para finalmente, colarse dentro de la zapatilla. Además, al ser altamente compresivo, da un punto más de sujeción, hasta el punto de poder llevar el Quick Lace no tan apretado, y sin sensación de que la zapatilla se nos mueve en exceso. Llena de buenos detalles, como el bolsillo para guardar el resto de lazada, los impecables sellados de unión entre polaina y resto de cubierta, acolchado interior en la zona de empeine, hacen como no puede ser de otro modo, que esta zapatilla siga instalada en su trono de modelo premium.
CONCLUSIONES Y USO
Con un upper de lo más ventilado que podamos encontrar en el mercado, de aspecto plasticoso, evitará que las consecuencias de meternos en terrenos húmedos sean nefastas, pues sus tres aberturas de drenaje en la puntera, y el entramado que domina el upper, evitará que se empape, con unos tiempos de secado sorprendentes. Un modelo para el público que quiera encontrarse en la parte delantera de la lista de clasificaciones, que busque por encima de todo la performance, y que esté dispuesto a penalizar el tacto y empaque de los modelos de entreno. Este es un modelo de competición, y todo cuanto se ha hecho, y cómo se ha hecho ha sido pensado en la competición.
En resumen, una zapatilla para moverse rápido, acelerar, cambiar de dirección de forma instantánea y ágil, sin inercias y peso innecesario. Salomon pone la tecnología y los medios. Tú, las mejores cualidades que sean capaces de aprovechar el potencial de esta S/LAB Sense 8 SG.
DATOS:
Peso 213 gramos número 44
Drop 4mm (18/22)
Precio 179’99€
Texto: Juan González – El Laboratorio de Juan