Para los deportistas de élite, la pregunta más común después de ganar una carrera, un título o subir al podio suele ser: ¿cuál será mi siguiente reto? Cuando Pau Capell, gracias a su osada táctica y a su poder de resistencia, terminó el Ultra Trail du Mont-Blanc (UTMB) 2019 con un impresionante tiempo de 20:19:17, estableció una nueva marca y muchos seguidores se preguntaron ya en ese momento: ¿Cómo de rápido se puede correr esta carrera?
Pau Capell, lo tiene claro. Es posible superar la barrera de las veinte horas, complicado pero posible y este año lo intentará de nuevo, ya recuoerado al 100%. En un UTMB en el que se enfrentará a corredores de la talla de Kilian Jornet, Jim Walmsley o Pablo Villa, bajar de esas veinte horas sería casi sinónimo de victoria.
Mientras Pau y el mundo del trail se planteaban esta cuestión, el catalán encontró inspiración en una leyenda del asfalto (que no del trail). Menos de dos meses después de la victoria de Pau en el UTMB, competición de 171 kilómetros y 10.000 m de desnivel positivo, el especialista en maratones Eliud Kipchoge consiguió lo que, aparentemente, parecía imposible: romper la mítica barrera de las 2 horas en el maratón de Viena.
El mundo celebraba esta exhibición de genio deportivo en la distancia de 42 km y Pau se preguntaba si podría hacer lo mismo aplicado al UTMB: ¿Podría bajar 20 horas? El de Sant Boi de Llobregat se planteó seriamente esta cuestión. La respuesta intentaría buscarla en su siguiente reto, que se ha denominado “Breaking 20”.
A principios de 2020, cuando Pau comenzó a planificar en serio su objetivo de bajar de las 20 horas, su mundo y el de todos se derrumbó con la pandemia del Covid-19. A pesar de no poder entrenar al aire libre y mucho menos en la montaña durante gran parte de la temporada de primavera, las ganas de Pau de asumir el desafío se mantuvieron y decidió continuar.
Con tan poca preparación para la carrera y condiciones menos que favorables, Pau no alcanzó su objetivo en la edición 2020 por poco. Corrió de forma espectacular y, en consecuencia, creó un nuevo ejército de seguidores, que celebraron su determinación, su valor y su amor puro por correr. Para Pau, el contratiempo fue un aprendizaje. Armado con una mayor experiencia de la prueba, conocimiento del recorrido y la creencia aún más fuerte de que su objetivo era posible: Pau se puso a trabajar de nuevo.
Inspirado por Eliud, Pau viajó hasta Iten (Kenia), reconocido como una de las cunas de las carreras de distancia y ubicado a casi 2.400 metros sobre el nivel del mar. Unas condiciones que han permitido formar a algunos de los corredores más rápidos del planeta. Y para alguien que busca una gran marca en la ultradistancia, Iten es el lugar perfecto. Junto con los corredores Amus y Hillary, Pau entrenó dos veces al día en busca de la velocidad que necesita para ir 19 minutos más rápido y bajar de las 20 horas en la edición del 2022 que se disputará a finales de agosto. Pero para Pau la velocidad no fue lo más sorprendente que encontró:
“Aprendí mucho en poco tiempo, pero no solo sobre velocidad y técnica. Para los deportistas de Kenia, entrenar juntos es muy importante, para animarse unos a otros, para ayudarse unos a otros. Son tus amigos en los entrenamientos y competidores en las carreras. Es algo que creo que podemos cambiar en Europa. Hay mucho que pondré en práctica de ahora en adelante en mi entrenamiento y espero que se muestre esta temporada en el UTMB”.
A medida que se acerca el UTMB 2022, el camino de Pau hacia el reto “Breaking 20” continúa. Para más información sobre el viaje de Pau, registrarse y ver la película 24 horas antes del estreno completo, en el enlace: https:/www.thenorthface.es/exploration/our-journal/road-to-breaking20.html