Ha llegado el COVID19 ha producido una reacción en cadena de eventos virtuales. Nadal juega al tenis virtual. Alonso corre con coches virtuales. Y han llegado las carreras virtuales. Y las carreras por montaña virtuales. Uno corre por su cuenta, cuando quiere, una aplicación registra su tiempo, sus datos, y se le asigna un puesto en la clasificación de la prueba (más o menos, porque puede haber diferentes modalidades). Pero, claro, quien monta las plataformas y dispositivos que permiten la carrera virtual desea ser compensado económicamente de la forma menos virtual posible por quienes disfrutan de ella.
Y ahí viene la pregunta que me ha tocado responder varias veces. ¿Puede existir responsabilidad civil en una carrera virtual? Quien pregunta espera que el preguntado responda “hombre, no, cómo se te ha ocurrido pensar tal cosa”, puesto que no hay una prueba con puente de salida y musiquilla animada, ni unos árbitros uniformados pendientes de los tiempos. El organizador se ahorra el puente, la musiquilla, los árbitros, los avituallamientos, los sanitarios, un montón de cosas. Y aquí viene la pregunta: le gustaría ahorrarse el seguro.
Sin duda será menos probable incurrir en responsabilidad civil en la carrera virtual porque hay muchas menos situaciones en las que se pueda producir responsabilidad. Los organizadores no van a forzar una salida temeraria con ventisca ni van a poner productos con salmonella en los avituallamientos. Pero sí son responsables de la mala organización, de los tracks, de los consejos, de los datos, de los regalos absurdos que conlleva la inscripción, etc. Puede haber extravíos y accidentes. La responsabilidad, por tanto, es menos probable, pero posible sí que es. El seguro no estará de más porque el accidente de quien se queda parapléjico, por ejemplo, puede arruinar la vida del corredor accidentado pero también puede traer la ruina económica al organizador de la carrera.
José María Nasarre es Doctor en Derecho, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza y director del Máster en Derecho de los Deportes de Montaña de la Universidad de Zaragoza.