He ido al Mont Blanc este año por tercera vez. En esta ocasión he estado como corredora (OCC), como acompañante de corredor (mi marido hizo la CCC) y también como parte del equipo de Territorio Trail.
Esto último me ha dado, sin embargo, una valiosa perspectiva respecto a lo que supone cubrir en estas circunstancias un evento deportivo de tal magnitud.
Desde horas sin dormir, a desplazamientos durante toda la noche de localidad en localidad del recorrido; desde constantes revisiones (al minuto) de fuentes variadas para obtener información, hasta requerimientos in situ de testigos de los hechos… todo se hizo con una recompensa única: dar lo mejor de cada uno para ofrecer a los oyentes información veraz y renovada a tiempo de cada suceso en carrera.
Quien escucha Territorio Trail, quien sigue este deporte a través de sus múltiples vías (radio en directo, podcast, noticias a través de redes sociales…) a lo mejor cree que detrás de todo esto hay profesionales especializados que recogen un beneficio tras sus esfuerzos y desvelos. Pero no. Solo hay personas que recogen el beneficio de la entrega a lo que uno le apasiona. Y la pasión se traduce, en el caso de este equipo, en entrega desinteresada.
Creo que el trail está de enhorabuena por florecer en los tiempos en que lo hace, porque es un deporte que consiste en correr, pero que no es solo correr. Y de igual modo que a los aficionados les gusta participar en carreras, les gusta seguirlas. Y como ello hasta hace poco tiempo se traducía en una lectura final de resultados, o de crónicas, al trail le faltaba la viveza inmediata de lo que se narra en el momento. Los esfuerzos del UTMB por ofrecer una retransmisión en directo, con cámaras en todas partes, nos ha tenido a todos enganchados. Pero antes de que ello fuera posible, ya estaba ahí Kilómetro y Resultado, y esa organicidad que la naturaleza de la radio regala al oyente, ha sido de una frescura adictiva.
Escuchar los comentarios de Alfonso, de Raúl; las aportaciones de Juan, Albert, Iván, David y Toño; y la intensa aventura de pura persecución de Carlos, Neisa y Andrew (estos tres sobre el terreno, cuando además se habían metido su particular tripotera de kilómetros en la OCC el primero, y en la TDS los dos últimos), tiene valor más allá de la propia comunicación en sí. Tiene el valor del compromiso hacia lo que uno ama para que otros puedan amarlo por igual. Así se crea comunidad. Porque en las carreras, todo no es el podio. Y porque en el trail, todo no es correr.
Entraron al programa corredores, testigos, personas relacionadas con el trail en general para amenizarnos durante horas de emisión radiada la vivencia del Mont Blanc, sin olvidar la loca actualización de las redes, que son tantas y tan brutalmente arrolladoras en su demanda, casi al segundo…
Así que, de manera simple, gracias, compañeros y compañeras de Territorio Trail, por vuestra dedicación, por vuestro esfuerzo y por vuestro buen hacer. Por superar todas las dificultades, todas las adversidades, y todas las pequeñas miserias que comporta cubrir un evento como este. Y por ser un océano inacabable de entusiasmo. Nos motiva a correr y a amar aún más, si cabe, este deporte que nos da tanto.