Una prueba que tenía como principal propósito acercar a los corredores a una zona rural, tan espectacular como desconocida, en el corazón de la Galicia más profunda.
«La ruta comienza com unos 3km de subida dulce atravesando un profundo bosque que permite calentar e ir estirando el grupo. Después, un primer tramo técnico en bajada nos coloca a orillas del Río Eo, en un sendero que seguiremos hasta la aldea de Cabreira, habitada por tres vecinos que nos recibirán con el primer avituallamiento (8km). Después de un paso por estrechos carreiros y un tramo rápido nos espera Forneas, una aldea con preciosos hórreos, ya tapados por los árboles que nos indican que aquí algún día vivía gente. Siguiendo la carrera a través de una antigua quella, llegamos a Mendreiras pueblo desde el cual afrontaremos uno de los tramos más duros y bonitos de la prueba, con una bajada técnica y posterior paso de río que nos lleva al segundo avituallamiento, A Cortevella, Km 16. Lugar ideal para reponer fuerzas y afrontar la posterior subida técnica que nos coloca en un merecido sendero de «descanso» hasta llegar a Zarra do Crego, una zona salvaje y técnica entre dos ríos.
Es el momento de despedirse de la ribera del Eo para ir avanzando hacia la montaña. En el ascenso por una antigua quella de ganado, atravesaremos a Silvadrosa, A Airexa y A Boucisca. (3º Avituallamiento). En este punto comienza un duro y técnico ascenso al Porto da Serra, las vistas del valle en su punto más alto, compensan nuestro esfuerzo. Toca bajar, breve y técnico tramo de descanso ya con el Muradal de fondo esperando impaciente nuestra llegada. Primero el precioso pueblo de Castañosín será testigo de nuestro paso. Llega lo serio, comenzamos la subida al Muradal desde O Vieiro, (su punto más bajo) y ya en su falda norte la aldea de Monteagudo nos espera con el cuarto avituallamiento para nutrirnos y seguir «escalando». Ya casi en la cima bordeamos a Coba do Ladrón y sus enormes rocas antes de coronar. Llega el último tramo, la decisiva bajada hasta la aldea de Brañas, juez en todas las quinielas para dictar sentencia en la carrera. Esta peculiar urbe, con seis habitantes, nos ofrecerá el quinto avituallamiento. Comienza el tramo final hacia meta, con zonas de suave y fácil bajada pero con un par de sorpresas bien guardadas que no perdonarán a los más fatigados. En definitiva, una prueba perfecta para disfrutar de la Galicia más rural, profunda y salvaje, de su paisaje, pero en la que se deben tener muy en cuenta la dureza que nos presenta.»
Los resultados de la maratón han sido los siguientes: