La ciudad como nunca la habías visto. Así reza desde sus inicios la presentación de la Lyon Urban Trail y, efectivamente, la visión que tienes desde Lyon mientras participas en la prueba es muy diferente a la que percibes como turista. Algo a lo que ayuda la orografía de la ciudad y sus escalones, muchos escalones. Tantos como 6000 en los 35 kilómetros de la LUT. Una prueba que casi podríamos calificar de “visionaria” en sus inicios pero que se ha convertido en referente del trailrunning más urbano. La Lyon Urban Trail se ha convertido en una prueba internacional que atrae a la ciudad francesa a participantes de todo el mundo, convirtiéndose en un gran escaparate de la ciudad.
Como una evolución de la Lyon Urban Trail, nacía en 2014 la LUT by Night, su versión nocturna y otoñal, que se ha convertido tras diez ediciones, las cumple el próximo fin de semana, en una auténtica institución en la ciudad de las luces y que sirve como anticipo de la gran cita, la Saintélyon, que en este 2024 se celebrará la noche del 30 de noviembre a 1 de diciembre.
La LUT by Night regresa en todo su esplendor con su lugar habitual de salida y meta, el antiguo sitio de Fourvière. Será este sábado 2 de noviembre organizado por el club Lyon Ultra Run, un evento deportivo y popular, símbolo de una nueva práctica de correr nacida en Lyon en 2008, retomada hoy en la mayoría de las principales ciudades francesas y europeas, que sigue siendo un escaparate del patrimonio excepcional de Lyon.
La prueba nocturna, que nació como un complemento del primer trail urbano mundial, se ha consolidado como una carrera con entidad propia, que permite descubrir Lyon corriendo y hacerlo, además, desde un ángulo nocturno, confirmado a la ciudad como una de las de referencia en Europa en nuestro deporte. La edición nocturna que se celebra todos los años a mediados de otoño ofrece tres distancias de 7, 15 y 30 kilómetros todas con la luna creciente como expectadora de lujo. Cada año, la LUT by Night es una oportunidad para (re)descubrir Lyon desde un nuevo ángulo, pasando por sus lugares emblemáticos: el barrio de Saint-Jean, la orilla derecha del Saona, la colina de Fourvière y los teatros romanos… Todo en un ambiente mágico.