Imaginad los próximos siete años de vuestra vida.
Pensad que en los siguientes tres meses a partir de mañana deberéis entrenar 40 Kms cada día. Bueno, tampoco es para tanto. Si ahora hacemos veinticinco o treinta, podríamos hacer los cuarenta ¿no?. 40 Kms al día durante cien días consecutivos en los siguientes tres años.
Han pasado cinco años. Llega el sexto. 100 días consecutivos y sesenta kilómetros cada uno de esos días. Y para terminar, durante el sexto año de este viaje hacia la espiritualidad y el despertar personal, nada menos que 84 Kms diarios durante, otra vez, cien días seguidos.
Claro que, después de estos siete años, faltaría el punto culminante de este viaje, el «Doiri»: siete días sin comer, ni beber, ni dormir. Siete días sentados en vertical, recitando mantras budistas. Sólo se levantarán a las dos de la mañana de cada madrugada para buscar agua en un pozo que transportarán como ofrenda.