La tragedia ha golpeado con fuerza la comunidad trailrunner mundial. 21 corredores fallecidos y ocho hospitalizados es el balance hasta el momentos de los desgraciados acontecimientos producidos por un brusco cambio de las condiciones meteorológicas el fin de semana durante la celebración de la Yellow River Stone Forest 100k, en la región china de Gansau.
La prueba comenzó a disputarse en condiciones meteorológicas normales, pero mediada su celebración se produjo un brusco descenso de temperaturas con lluvia, granizo y fuerte viento que hizo que la sensación térmica fuera de varios grados bajo cero. Estas condiciones, además, provocaron que varios grupos de corredores se desorientaran y salieran del recorrido, lo que complicó todavía más el rescate y su localización. Más de mil efectivos se desplegaron en una misión de rescate que extendió durante toda la noche del sábado al domingo.
Sin embargo, en las primeras horas de la mañana del domingo, las malas noticias comenzaron a llegar de China y medios del país confirmaban los trágicos números. 21 corredores, de los 171 participantes, habían fallecido. Es, sin duda, la mayor tragedia de la historia de nuestro deporte.
Los organizadores han anunciado la apertura de una investigación. Sin embargo, en la lista de material obligatorio que aparece en el reglamento de la prueba no aparecen prendas de abrigo. tan sólo la manta térmica de emergencia:
Dorsal
Chip
Reloj GPS con la ruta de carrera introducida
Frontal
Silbato
Recipiente de agua con un litro de capacidad
Manta térmica de emergencia
Teléfono móvil
La chaqueta y un kit de emergencias eran elementos recomendados pero no obligatorios.
Tragedias como la de este fin de semana en la Yellow River Stone Forest 100k deben hacer reflexionar a organizadores, corredores y también medios sobre la importancia de la seguridad. La montaña es un medio que puede volverse hostil en cualquier momento. El organizador debe exigir por encima del nivel de seguridad del momento, el corredor no debe escatimar en material y los medios no debemos vender la épica de los elementos.