El 30 de noviembre la Saintélyon llegará a su 66ª edición. La decana de las ultras en Francia se ha labrado desde 1951 un prestigio que la han convertido en una prueba que es casi religión en el país vecino. Lyon, Saint Etienne y toda la región Rhône Alpes viven ese fin de semana de diciembre la carrera como si fuera propia. Sin ser excesivamente técnica ni contar con importantes desniveles, las dificultades meteorológicas del mes de diciembre en la zona y la habitual presencia de nieve, hielo, lluvia, barro o todos esos ingredientes juntos, hacen de la Saintélyon un ultratrail épico que en 2019 ofrecerá una nueva modalidad: la LyonSaintéLyon.
Corría el año 2003 cuando un grupo de corredores, entre los que estaba Michel Poletti (Mister UTMB) tuvieron la idea de realizar la Saintélyon en un recorrido de ida y vuelta, que por aquel entonces sumó 130 kilómetros. Seis años después se retoma la idea, que deriva en el Lyon Ultra Run y en la «180», una prueba semiclandestina que se reserva cada diciembre a veinte elegidos que realizan el recorrido de ida y vuelta entre Lyon y Saint Etienne.
En 2019, diez años después de la primera «180», la LyonSaintéLyon se incorpora al programa de la Saintélyon con su primera edición en un recorrido de 152 kilómetros aproximados.
Una prueba intimista
Solamente 300 privilegiados podían optar a uno de los dorsales de la LyonSaintéLyon, que tomarán la salida el sábado 30 de noviembre a las 8:00 des la Halle Tony Garnier (meta de la Saintélyon) y realizaran a la inversa el trazado de la prueba para, una vez llegados Saint Etiénne, comenzar la vuelta a la capital del Ródano. 300 corredores que tendrán la oportunidad de vivir con la luz del sol un recorrido históricamente nocturno.
Los datos apuntan a 4.350 metros de desnivel positivo en un trazado en el que la mayor dificultad estará en las condiciones meteorológicas.