Muchos años antes de que existiera el Ultra Trail del Mont Blanc, de que a los Polletti se les ocurriera poner en marcha la que hoy en día es la carrera más importante del mundo, ya existía el ultratrail. Ya se corrían cien millas en Estados Unidos y ya llevaba unos cuantos años celebrándose una prueba que es religión en Francia, el Grand Raid Reunión, o la Diagonale de Fous.
El Grand Raid es una prueba brutal, un monstruo de 164 Kms y casi 10000 metros de desnivel positivo que recorre Isla Reunión de sureste a noreste y cuyo límite horario para completarla da una idea de su dureza: nada menos que sesenta y tres horas. Un desafío con un trazado sin descanso a través de senderos volcánicos, cinco ascensos por encima de los dos mil metros, calor, barro, paisajes lunares o vegetación tropical. Como bien dice su nombre, una carrera de locos. Porque la Diagonale no es sólo la prueba deportiva. Es una semana de fiesta para todos los habitantes de Réunion, que el fin de semana de la prueba salen a la calle en tropel para animar a los participantes. Porque la evolución del Grand Raid Reunión desde sus inicios en 1989 ha sido imparable. Y la repercusión que tiene en nuestro país vecino es tanta que se considera «la carrera», por encima de UTMB. Quizá porque la consideran más como suya o porque con el paso de los años estas pruebas se van rodeando de un halo de mística y épica que las hacen especiales.
Con casi 3.000 inscritos para los 165 kilómetros y más de 10.000 metros de desnivel positivo, la reaparición en la alta competición de François D’Haene es uno los principales atractivos de esta edición. En una línea de salida que contará con cuatro antiguos ganadores de la carrera, dos masculinos y dos femeninos, la estadounidense Katie Schide aparece como principal favorita femenina. A continuación repasamos los principales favoritos de una Diagonale des Fous que comenzará el jueves a las 21:00 hora local, 19:00 en España peninsular.
Con la baja por lesión del vencedor de 2022, Beñat Marmissolle, la baja también anunciada de Mathieu Blanchard y la de última hora de Antoine Guillon, lesionado entrenando el recorrido este pasado fin de semana, las miradas y los focos se centran en un François D’Haene que ha vencido en la prueba nada más y nada menos que en cuatro ocasiones (2013, 2014, 2016 y 2018). Parado por lesión desde hace casi un año, ha recuperado la forma poco a poco y, sin duda y aunque su rendimiento será una incógnita al menos hasta mitad de carrera, es el principal dorsal a seguir. Su principal rival debería ser el incombustible Ludovic Pommeret. Gran conocedor de la carrera, segundo en 2009, 2014 y 2019 y vencedor en 2021, es uno de esos corredores donde apostar el dinero sin miedo a perderlo. Germain Grangier es el tercero en discordia. Tercero en UTMB este agosto, apuró hasta última hora para confirmar su participación. Parece que recuperado de Chamonix, a buen seguro luchará por los puestos de privilegio.
En una prueba eminentemente francesa, no podía faltar el amado y odiado a partes iguales Alexandre Boucheix, Casquette Verte. Dispuesto a desquitarse de su 103 posición en 2022, lastrado por una costilla rota, podría dar la sorpresa y asaltar la victoria. Otros nombres a seguir son los del local Judicaël Sautron o el canadiense Jean-Pierre Grondin.
En categoría femenina deberíamos asistir a un duelo a tres entre la estadounidense Katie Schide, a la que le puede pesar la inexperiencia de no haber corrido nunca la prueba aunque sí estuvo siguiendo la carrera en 2022, y las locales Emilie Maroteaux y Mercelle Puy. De ellas, la primera venció en 2021 en la que era su primera participación, si bien una rotura en la mano el pasado verano podría lastrarle. Mercelle Puy, a sus 53 años, vuelve a «su» carrera tras haber vencido en 1995, 2002, 2007, 2008 y 2010. Su edad puede verse compensada con la experiencia de quien conoce cada piedra de las cien millas.
En una edición en la que está ausente la vencedora del año pasado, una Courtney Dauwalter que fue cuarta scratch, la lista de favoritas la completan Camille Bruyas, que regresa a la Isla tras el quinto puesto de 2018, y Sissi Coussot, puede que la gran embajadora de una carrera en la que ha firmado un quinto y un cuarto puesto, una corredora a la que nunca hay que descartar por su lucha y coraje.