Se acaba de terminar el TOR cuando escribo estas letras y no para de venirme a la cabeza una de las mejores fotos que hay, para mí, de este deporte fascinante que es correr por la montaña, sea la distancia que sea.
Corría el año 2017 cuando Javi se fue con unos amigos al Valle de Aosta para disputar una de las carreras más duras en esto de la ultradistancia. Todos sabemos qué es el Tor des Geánts, no descubro nada nuevo, ni tampoco al personaje de esta historia. Lo que hace la marca de Javi aquellos días de 2017 es que le quitó dos horas y veintinueve minutos al récord, hasta entonces, de Iker Karrera, uno de los tipos más respetados en este mundillo. Actualmente la mejor marca está en manos de Franco Colle en 66:43:57.
Hablando con Javi, permíteme que te llame así, no le daba más importancia al hecho de haber ganado y establecido un nuevo mejor tiempo, lo chulo para él fue cómo surgió el viaje. Se fueron unos “colegas” juntos a correr al Tor (y vaya colegas, en la misma furgo: Javi, Imanol, Felipe, Carlos y Ángel; en otra furgo iba Silvia Trigueros) todo se alineó, Javi ganó y los amigos terminaron (Silvia hacia podio por primera vez, empezando su idilio con el TOR). Todo salió bien, viaje, experiencia, carrera (con récord), furgo, etc.
Y para mí me queda el recuerdo de una foto en el collado de la Crosatie (2.838m), la elegancia, el estilo no buscado de sacarse los bastones desde la espalda para atacar la bajada, como si un arquero se prepara para lo que llega de batalla.
Pero Javi nos ha dado grandes imágenes en todas las carreras que ha disputado, quizás otra de las más icónicas sea la del UTMB en 2013 con una bolsa de plástico en una base de vida, ese año llegaría en tercera posición y ficharía por un gran equipo, una gran marca. Desde entonces dejaría de ser un desconocido.
Como decimos, ha participado en muchas carreras, muchas, pero hay una en la vida de Javi muy especial, la Ehun Milak, la 100 millas vascas, una carrera icónica que se ha convertido en su carrera talismán. Ha participado en siete ocasiones con seis primeros puestos (vale el de 54 kms de 2018) y un segundo puesto. Un curriculum inmejorable.
La pandemia y la paternidad no le han permitido correr más estos últimos años, pese a ello lleva un 2022 envidiable con participaciones en Zegama, Ehunmilak, Asturias y Tena (1º en la 8k).
Javi empezó en esto porque quería demostrarse que podía terminar una maratón, luego pasó a las ultras, y de qué manera. “Los últimos 4 kms son los que valen” decía en los entrenamientos largos, a buen seguro que podemos imaginar cuán largos pueden llegar a ser, y apretando en los últimos 4 kms.
El gasteiztarra es un tipo serio, si no le conoces, quizás (a veces) demasiado, seguro de sí mismo, un atleta que planifica todo en carrera y que exprime al máximo el día entre trabajo, entrenos, familia. Es la persona ideal para ir de viaje: “lo tiene todo controlado, sabes que, con él, no te vas a perder jamás, ya sea en el monte, en la carretera, en un aeropuerto, etc”, me decía un amigo en común. Aunque él afirma que su sino es perderse en el monte.
Y en la distancia corta es un tipo extremadamente amable, muy cordial y educado, serio (quizás), aficionado a la radio (llegó a colaborar en un programa de radio) y buen conversador. Un tipo elegante.
Texto: Raúl Leorza