Ironman es Lanzarote y Lanzarote es Ironman.

Para los que tenemos una edad, hablar de Ironman es hablar de Lanzarote. Hasta hace no mucho el único triatlón de distancia Ironman y de la marcha de la M roja en España. El paso o la penitencia que teníamos que dar para llegar a la meca de Kona, pasaba por la isla del viento. Hoy en día hay mucha oferta tanto a nivel mundial como en España, pero Lanzarote es Lanzarote y Lanzarote es Ironman.

He corrido triatlones de distancia Ironman, pruebas de ultra resistencia por todo el mundo y es la única prueba que, de partida, tengo un miedo real a no poder con ella. Solo la mítica de los volcanes, ese viento y el azul del mar sobre el mirador de Haría hacen que año tras año miles de valientes tomen la salida en el puerto del Carmen.

Un Ironman es duro por concepto. Estar entre 9 y 15h haciendo deporte no es nada fácil. Recordamos que un triatlón de estas características son 3,8m nadando, 180km en bici y una maratón…. ¿En dónde reside la dureza de la prueba? En aquello que la hace única, en su recorrido ciclista. Nadar en sus aguas cristalinas puede ser un placer, más con el sol desperezándose por el horizonte… pero una vez que dejas la playa… los dioses guanches te muestran que para conquistar la isla has de luchar. El recorrido ciclista de Lanzarote es espectacular. La dureza de sus puertos y el viento se contrarrestan con ese paisaje volcánico que solo ahí (y en Hawái) puedes contemplar.

Muchos tenemos un amigo que ha corrido tal o cual Ironman, algunos muchos… pero la meca en España y casi en el mundo es Lanzarote. Para mi una persona que ha conquistado la prueba merece el máximo de los respetos, yo seré licenciado en Ironman pero para ellos son doctores.

Por todo esto, aquellos que el 20 de mayo de 2023 se enfunden el neopreno en el puerto del Carmen, recorra la isla con su bicicleta y acaben corriendo una maratón por el ya mencionado puerto del Carmen conquisten o no la isla, merecerán mi máximo respeto.