Para este
proyecto se ha elegido una ruta poco practicada de la cara norte. Como en
retos anteriores de Summits of My Life, Kilian Jornet comenzará desde el
último lugar habitado, y desde allí el objetivo será hacer cumbre y
volver al punto de salida. La salida será desde del monasterio de
Rongbuk, el
Tíbet. Desde allí, Kilian Jornet deberá recorrer unos 30km antes de
llegar al campo base avanzado de la cara norte –
Zombie Camp–
(a 6.500m de altura) y, de allí, encarar la ascensión hasta la cumbre, a
8.848m.
Según las condiciones, el equipo se planteará la ruta de ascenso, en la
que el corredor Norton o Horbein son dos de las opciones posibles. Ésta
será la primera vez que Kilian Jornet escala por encima de los 8.000m, y
es por eso que comentaba:
«Tendremos
que ver cómo reacciona nuestro cuerpo en altura. Esta expedición será,
sobre todo, de aprendizaje ya que sabemos que nos espera un largo camino
por delante. La preparación será la clave, pero también necesitaremos
paciencia para descubrir estas grandes montañas»
Kilian Jornet llevará a cabo el reto sin oxígeno, sin cuerdas fijas
y con material
ligero. Todo ello para asegurarse, tal y como explica: «Poder moverme con más
rapidez. Al ir con material ligero podemos avanzar más rápidamente,
aunque sabemos que también conlleva un riesgo mayor. Somos conscientes de
este riesgo y la afrontamos porque finalmente es la forma en que nos
gusta ir a la montaña». El equipo tampoco se quiere
plantear un objetivo temporal para el ascenso al Everest. De hecho, no se
tiene constancia de que ninguna expedición haya intentado este reto en el
pasado.
La expedición que viajará hasta el Everest estará formada por Jordi Tosas,
alpinista y gran conocedor de la zona, además de los cámaras y guías de
montaña Sébastien
Montaz-Rosset y Vivian
Bruchez.
Una vez más, la forma cómo Kilian vive y siente la montaña serán la clave
de esta expedición, con un equipo pequeño para un reto mayúsculo,
todo bajo el paraguas de los valores de Summits of My Life: minimalismo,
amistad y aprendizaje. La expedición partirá de Europa el próximo 7 de agosto
y estará en la zona unas ocho semanas esperando el momento propicio para
la ascensión.
«El día del
ataque de la cima creemos que no habrá nadie más en el Everest. Es una
época en la que no hay nadie, las cuerdas fijas debido al monzón estarán
tapadas por la nieve y el Everest sólo concede un baile»,
recordaba Tosas.
Kilian Jornet es consciente, sin embargo, que existe la posibilidad de
que el reto no se pueda completar, y señalaba: «Que consigamos hacer
cumbre depende de muchos factores. Por un lado externos, como la
meteorología o las condiciones de la montaña, pero también de nosotros
mismos, que estamos suficientemente preparados, etc. En cualquier caso,
si no lo conseguimos, para mí no es un fracaso. Al contrario, es un
aprendizaje. Sé que pase lo que pase volveremos del Everest habiendo
aprendido algo. Finalmente, la montaña es la que manda y nosotros tenemos
que ser humildes ante ella. Siempre estará allí, esperándonos, para una
próxima ocasión».
Si se consigue hacer cumbre en el Everest, se completaría el proyecto
Summits of My Life, donde Jornet ha establecido récords de velocidad en
el Mont Blanc,
el Cervino,
el Denali y
el Aconcagua.
Las novedades
de esta aventura se podrán seguir a través de las redes sociales de
Summits of My Life.
(Nota de Prensa)