Todavía con sal en los bolsillo de la salida en barco el día anterior, volvemos a despertar en La Cabane Japajo y, tras desayunar de nuevo con los primeros rayos de sol y la Duna de Pilat en el horizonte, emprendemos el camino precisamente hacia ella, la mayor acumulación de arena de todo el continente europeo y uno de los principales atractivos de la Bassin d’Arcachon, una de las visitas, si no la más, imprescindibles de nuestro viaje.
Nos separan unos 70 kilómetros que los puedes recorrer por las vías rápidas o saboreando cada kilómetro por la D-3, que es nuestra recomendación. Tardarás más seguramente, pero atravesarás pueblos como Arès, Andernos les Bains, Audenge o Biganos y te empaparás más todavía de toda la «charme» de la Bassin d’Arcachon. No tengas prisa, disfruta y para donde te apetezca.
Te podemos decir que la Duna de Pilat es la más alta de Europa, que lo es, pero la altura no lo es todo. Es el conjunto formado por su increíble tamaño (2,9 kilometros de largo, 616 metros de ancho y más de 110 metros de alto) pero sobre todo por un ambiente fascinante y sus formas y colores que varían con el tiempo, la luz y la sensación de inmensidad y la libertad que proporciona. Nuestra recomendación es que no la visites una vez sólo y que disfrutes de ella sobre todo en dos momentos del día: al amanecer y en la puesta del sol. Ambos serán inolvidables. Como también lo es realizar la visita acompañados de una guía que, además de explicarnos la historia y las curiosidades de la Duna puede acompañarnos el resto del día.
Nuestra elección fue Christel Santurenne, con la que continuamos el día hacia Arcachon y uno de los lugares con más magia que hemos conocido, la Ville d’Hiver. La Ville d’Hiver es uno de los cuatro barrios de Arcachon, correspondiéndose cada uno con las estaciones del año, pero éste es, sin duda, el más especial. Más de 300 construcciones en su inmensa mayoría del siglo XIX que convirtieron a la ciudad en uno de los centros turísticos más importantes de la época. Un paseo que transporta a tiempos pasados y a la Belle Epoque.
Es hora de conocer otro de los barrios de Arcachon, Le Moulleau, donde se mezclan tranquilidad y ambiente de playa y el lugar en el que se pueden contemplar las mejores puestas de sol de la Bassin con el faro de Cap Ferret en el horizonte. Aquí se encuentra nuestro hotel para estos dos días, el Villa du Moulleau, y aqui es también donde cenamos, en Le Jardin, 100% recomendable.
El día siguiente lo dividimos en dos partes. En la mañana visitamos la Reserva Ornitológica de Teich, que este 2023 cumple cincuenta años. 110 hectáreas de bosques, cañaverales, prados, pantanos marítimos y lagunas acondicionadas para acoger el mayor número posible de aves y acondicionada para facilitar su observación en cualquier época del año. Tanto si eres amante de la fauna como si no, merece la pena dedicarle unas horas de nuestro viaje a la Bassin d’Arcachon.
La guinda del pastel de nuestro viaje es la ciudad de Arcachon, por la que nos perdemos sin rumbo fijo en un sábado de mercado. Los muelles, el puerto, el mercado con las especialidades locales y sus terrazas a rebosar de lugareños y visitantes forman el cóctel perfecto para una ciudad bulliciosa que mezcla a la perfección todo el sabar de una localidad pesquera con el aporte de los visitantes.
Con la colaboración de Bassin d’Arcachon y Atout France