Aix-en-Provence, la Francia más chic, también para los trailrunners

Del 22 al 25 de septiembre se disputará la Nice Côte d’Azur by UTMB, una prueba de nueva creación que es una de las 25 carreras que forman las UTMB World Series 2022. El evento, con el mismo modelo que podremos ver un mes después en Puerto Vallarta, une un gran evento con una situación geográfica privilegiada, en un lugar conocido mundialmente. Con estos ingredientes, la posibilidad de unir la participación en una prueba «by UTMB» y descubrir una zona a nivel turístico, hacen de la Nice Côte d’Azur by UTMB una propuesta tremendamente atractiva.

Niza, Marsella y Aix-en-Provence forman los vértices de un triángulo que aglutina en su interior lugares de importantísimo nivel cultural con naturaleza espectacular y playas de ensueño. Una zona que ahora, con RENFE-SNCF está más cerca con el AVE que une el corredor Madrid – Zaragoza – Barcelona – Montpellier – Aix – Marsella con todas las comodidades que ofrece el tren de alta velocidad, olvidándonos de los inconvenientes que siempre supone desplazarse a los aeropuertos y el consiguiente ahorro de tiempo. Un triángulo que descubriremos en Trail & Travel de Territorio Trail y en el que Aix-en-Provence es nuestra primera parada.

A apenas cuarenta kilómetros de Marsella, Aix-en-Provence condensa todo lo que es la Provenza con una patrimonio arquitéctonico y cultural excepcional en una ciudad, además, llena de vida en la que sus habitantes toman las calles con la Cours Mirabeu como arteria principal, llena de puestos y actuaciones musicales en los sábados de mercado, mercados que aparecen en las diferentes plazas de la ciudad separados por temáticas y donde se pueden encontrar desde los productos frescos más especiales de la zona hasta libros de hace más de un siglo.

Aix-en-Provence es la ciudad de Cézanne y visitar los lugares en los que vivió es algo obligado. Desde el Atélier (importante reservar con antelación) hasta la casa familiar sin olvidar la cantera de Bibémus, donde instaló su caballete en una de sus épocas más prolíficas, a caballo entre los siglos XIX y XX. Pero tenemos más arte, y no poco. El Museo Granet es visita obligada, en el que sobresalen las colecciones permanentes y especialmente “De Cézanne a Giacometti», un espectacular resumen del mejor arte del siglo pasado.

Pero si hay algo que destacamos en Aix-en-Provence es la ciudad en su conjunto y nuestra recomendación es callejear y perderse por sus calles, entrar en sus tiendas y parar a tomar un café en una terraza al más puro estilo francés como un habitante más de la ciudad degustando el típico «calisson», un dulce de pasta de almendras y fruta confitada que es una seña de identidad de la ciudad. Buscar y fotografiar, Aix es una ciudad tremendamente «instagrameable» sus numerosas fuentes, visitar la Plaza del Ayuntamiento o la Catedral de Sant Sauveur deben ser también visitas obligadas.

Y como en nuestra maleta nunca falta un par de zapatillas para descubrir la ciudad corriendo, os proponemos una ruta perfecta para disfrutar de Aix-en-Provence de otra forma. Nuestra recomendación es hacerla a primera hora, antes de desayunar en el hotel, un momento en el que la ciudad está alejada del bullicio y la podremos disfrutar casi entera para nosotros.

Un entrenamiento que empieza, no podía ser de otra forma, en la estatua de Cézanne, siempre vigilante, que nos da los buenos días para seguir la Cours Mirabeu disfrutando del olor a agua fresca de sus fuentes para girar a la izquierda y perdernos sin rumbo por las estrechas calles de la ciudad vieja. Podemos seguir las marcas doradas en el suelo que nos guiarán hacia los lugares más representantivos del pintor que, tras dejar atrás la catedral y alejándonos unos metros del centro, ascendiendo la colina nos dejan en el Atelier Cézanne que nos regala unas vistas excepcionales del «País de Aix», la comarca que rodea la ciudad. Volvemos, de nuevo sin rumbo fijo, buscando esa fuente o esa plaza, en la que vimos el día anterior un mercadillo, para contemplarla sin gente hasta llegar al hotel.