Zegama, 13 de
enero de 2017- Algunos estarán más nerviosos el día 23 de febrero que el
día que se sortea el Gordo de Navidad. Ese día, en el Ayuntamiento de la
pequeña localidad de Zegama, en el corazón de Euskadi, se sortearán 225
de los 500 dorsales disponibles para la Zegama Aizkorri, la maratón de
montaña más icónica del mundo.
Pic: Javi Colmenero
Antes, se habrá abierto un periodo de inscripciones (16 de enero-3 de
febrero) para lo que parece una maratón de montaña común: 42 kilómetros
con 2.750 metros de desnivel positivo recorriendo el macizo de Aratz y la
sierra de Aizkorri, en Guipúzcoa. Sin embargo, para los 7.456
preinscritos del 2016, Zegama significa mucho más. A la mayoría, les
cuesta explicar en palabras qué significa esta prueba, donde
los auténticos protagonistas no son los corredores, sino el barro, la
meteorología y los cientos de personas que salen al monte a animar a los
corredores.
La verdadera maratón de Zegama empezará con la preinscripción este
próximo lunes y hasta el 3 de febrero, pues sólo 1 de cada 25
preinscritos logrará acceder a uno de los 500 preciados dorsales que se
sortearán este año. El año pasado, en tan solo 24h se preinscribieron
3.926 personas, y se espera que este año las cifras sean parecidas.
Las inscripciones para el Kilómetro Vertical y las preinscripciones para
el maratón se podrán efectuar online en la web de la prueba.
Pic: Igor Quijano
El kilómetro
vertical, en el punto de mira mundial
Por tercer año consecutivo, los cuádriceps de 200 corredores se medirán a
los 5,2km y 1.200m de desnivel que separan la plaza de Zegama de la cima
del Iraule, en lo que se está convirtiendo también en un clásico: el
kilómetro vertical. Este año, además, se refuerza entrando a formar parte
del circuito mundial de las Skyrunner World Series.
Hace ya años que al frente de esta aventura está Ainhoa Txurruka, la
directora de la prueba que explicaba: “Estamos
muy contentos un año más de ver que Zegama es una carrera marcada en rojo
en el calendario de tantos corredores. Este año nos hace especial ilusión
poder seguir potenciando el kilómetro vertical. A los corredores que
finalmente puedan tener dorsal les diría que vengan y ¡que se abriguen!
Pero también que lo disfruten, que vivan el momento, el ambiente y que
vivan esta fiesta, que es nuestra gran fiesta”.
Así, el 23 de febrero, los cientos de corredores inscritos se sentarán
delante del ordenador con su “Alea jacta est” particular. Y es que la
suerte ya estará echada para todos.