La Sense Ultra ha sido sin duda, la zapatilla de 2018. Una zapatilla muy valorada por los corredores populares, y posiblemente haya sido la tope de gama de trail más vendida, valorada y codiciada que haya habido en mucho tiempo, teniendo en cuenta su precio oficial de 180 euros.
Los de Annecy nunca se han caracterizado por su autocomplacencia, y -creo- sin temor a equivocarme, que es el objetivo principal a batir del resto de marcas. Muchas veces por puro márketing (áera que dorminan casi a la parfección), o por la ambición desmesurada a la innovación, invierten una cantidad ingente de recursos en I+D+I. Sea como fuere, a partir del 1 de marzo de 2018 podremos llevar en los pies el modelo de zapatilla con las que Paco D´Haene ganó el UTMB 2018.
La nueva Sense Ultra 2 viene con una renovación completa. No ha habido concesión a la continuidad. ¿Era necesario este cambio? ¿Será una maniobra suicida sustituir algo que realmente funcionaba, un producto que si bien no destacaba en nada, funcionaba bien en todo? ¿Es contraproducente para un mercado en el que el groso de usuarios que todavía utiliza la S-Lab Wings 8, y que no ha llevado la Sense Ultra 1? En este sentido, cuesta digerir la inercia demoledora del gigante francés con renovación anual de zapatillas y mochilas, más aún cuando los precios de los modelos con denominación S-Lab tienen en ocasiones precios disuasorios. Pero, retomando el tema principal de este artículo; ¿cuánto y en qué ha cambiado la Sense Ultra 2?
En la suela obviamente se ha utilizado el compuesto estrella de la marca, el Wet Traction Premium Contragrip, pero se han eliminado 4 tacos del contorno en la zona central y se le ha añadido uno en la zona central del talón. Posiblemente notemos menos sensación de contacto, menos tracción perimetral cuando el sendero ladea en negativo y necesitemos ese contacto total, pero quizás se consiga una zapatilla algo más rápida, dinámica y reactiva, aspecto que veremos sobre el terreno. Seguimos contando con el Profeel Film en 2/3 de la suela para aislar nuestra planta, de elementos punzantes del camino.
La media suela se modifica bajo los patrones del nuevo Energy Save, un sistema más orientado a la protección, en el que el protagonista es un polímero blanco fabricado por la firma alemana Basf, que va insertado en la parte delantera-baja de la media suela.
Del upper no queda absolutamente nada del -ya- anterior modelo. Un suave tejido exterior va totalmente protejido por un armazón de suave plástico siliconado, que nos dará soporte, una elasticidad contenida, y una nueva forma de ajuste dinámico que nos acompañará en todo el proceso de la pisada. Este sistema heredado de la XA-Amphib garantiza repelencia a agua, y seguramente una muy buena durabilidad en las zonas de flexión, alargando de este modo la vida últil de la zapatilla, evitando las roturas del tejido que es, y ha sido el quebradero de cabeza en la mayoría de marcas.
Cuatro tiras generosas y que llaman la antención se encargan de dar ajuste real en la zona media del pie. La lengüeta está reducida a la mínima expresión y su mayor novedad radica en la posibilidad de guardar el sobrante de los cordones Quick-Lace, introduciéndolos en su bolsillo con acceso desde la parte superior.
El tercio trasero de la zapatilla también utiliza toda la tecnología vista en la S-Lab XA-Amphib. Estructuralmente queda algo más debilitada de talón al eliminarse el contrafuerte que montaba la Sense Ultra «1», pero creo que en este caso han decidido dar mayor protagonismo a la movilidad natural del pie, y también confiando algo más en ése armazón siliconado y las cuatro tiras que envuelven el empeine para notar que la zapatilla queda totalmente sujeta, como una extensión propia de nuestro pie. Así, esta ecuación da como resultado una ganancia de dinamismo, y un ahorro de peso. Bien jugado!!
El collarín se reduce a la mínima expresión al estar únicamente confeccionado con una microfibra hidrófuga, de tacto suave, pero contundente.
Creo que puede ser una zapatilla algo más rápida y con la que obtengamos mejores sensaciones que con su precedesora, tanto por la estructura y composición de la media suela y su drop 8mm., como por la ergonomía que nos da el nuevo upper.
Como siempre sucede en la gama S-Lab, tenemos un precio «único» de 180 euros.
Video:
Puedes encontrar estos productos, y el asesoramiento de Juan, en Ríos Running Barcelona ( www.riosrunning.com ) o dejando un comentario en este post.
Buenas
Hoy las he estrenado, decepción total, son muy muy estrechas, incluso más que mis slab 6 sg, y entre ser más duras y estrechas comodidad 0.
Me han recordado incluso a las viejas xa pro, vamos me he vuelto a casa a por mis xt slab wings 8.
Los metas están más protegidos que antes si, pero ahora yo no puedo hacer un ultra con tan poco espacio.