Aritz Egea es una de las caras más reconocidas de este deporte de montaña, correr por la montaña. Deporte nuevo y joven pero, según se mire, podría ser el deporte más viejo del mundo.
Lo que nos gusta del guipuzcoano es que siempre sale a por todas, es difícil verle sin motivación (a veces lo hemos visto) aunque para un corredor de sangre caliente (así le llamó Oier Ariznabarreta una vez) esa vez sería una anécdota.
Hace un par de años se decidió por las distancias ultra. Viene del mundo del triatlón (ha corrido ironman) y seguro que su preparación para carreras largas es “más fácil” en este sentido, aunque siempre tenemos su imagen con el grifo abierto en carreras más cortas y, como no, en la Zegama-Aizkorri, en su casa.
En una entrevista en Territorio Trail nos dijo que la diferencia en los ultras es, como no podía ser de otra manera, “meter” más volumen de entrenamiento. Esto implica quitar horas a la familia, quizás lo más duro en un deporte nuevo como decíamos antes, en el cual lo normal es una difícil operación: entrenar, trabajar, vida familiar y viajes.
Pero eso no detiene al de Urretxu que en estos tres últimos años (locos) de pandemia, ha aprovechado para aumentar las horas de carrera con retos como la Ruta de los 3 Refugios (6:52:57) o el Monte Perdido Extrem (5:50:24). A esto se suma la victoria en 2021 de la primera edición de la Camins d’Her (CDH) de 105 kms de Arán, dentro del universo UTMB; un décimo puesto en la Ultra Pirineu (100kms) y la guinda, el Campeonato de España de Ultras de la RFEA, de hace pocas semanas. Aunque sea un segundo puesto en la general de la MiM, supone un campeonato. Poco a poco se ven los frutos.
Y toda esta carrera de la mano de su entrenador y amigo, admirado y querido por todos, Jokin Lizeaga. Jokin lleva corriendo por el monte desde 2007 de manera oficial, seguro que antes ya lo hacía, en 2018 en el transcurso de una carrera en Asturias, una cima se lo tragaba (de manera literal) y desde entonces no ha podido ser, atléticamente, el mismo. Lo hemos visto competir y con buenos resultados, aunque prefiere no prodigarse tanto. Si ya no compite, sigue muy presente en el mundillo de las carreras por montaña, siempre sale en alguna conversación y sigue entrenado a corredores, entre ellos, Aritz.
Aritz nos comentaba en Territorio Trail que mejora en sus prestaciones en ultra, que la alimentación es, quizás, la clave, que no sabe si irá a los Mundiales de Thailandia de este año (si hay), que corre con más cabeza y que hace las cosas, este 2022, más tranquilo y que sigue entrenado con Jokin, el entrenador de su vida.
Aritz será atleta de un entrenador en toda su vida, un One Trainer Man, un One Club Man.