Había ganas de fiesta. Girona ha vuelto a citar a todos los amantes del trail running este domingo 14 de noviembre. Ha sido más tarde de lo esperado. La situación excepcional que vivimos el pasado año también golpeó a la CMG. La prueba fue cancelada aplazando el décimo aniversario hasta nueva fecha. No era una efeméride cualquiera. La carrera de montaña de la ciudad es la decana de Klassmark; el punto de partida de un viaje apasionante. 728 días después de la última edición, la CMG ha cerrado una década de vivencias que realzan los valores de este deporte. Lo que hemos vivido en la Transgavarres, la distancia larga de la jornada, es el mejor ejemplo.
Marc Pérez acariciaba la victoria de la Transgavarres. Estaba a punto de completar los 51,5 kilómetros con 1700 metros de desnivel positivo cuando se cruzó con una flecha equivocada. El recorrido estaba marcado y revisado a la perfección, pero un intruso ha querido boicotear la competición modificando la orientación del itinerario. Marc se desviaba del recorrido y la ventaja que había alcanzado hasta el momento se esfumaba. Ignasi Riuró, el primero en llegar a la zona de llegada, consciente de la situación ha decidido detenerse completamente a pocos metros de la línea de meta para esperar a Marc Pérez y atravesarla juntos. Un gesto que demuestra que el trail running es mucho más que competición. Los dos protagonistas se fundían en un abrazo ante los aplausos de la plaza Sant Domènec. A la historia le quedaba aún un último giro surrealista. Cuando Ignasi Riuró y Marc Pérez se disponían a cruzar el arco de llegada, por detrás aparecía Christopher Jones que les adelantaba en el último suspiro para detener el cronómetro en 4h07m23s y llevarse la victoria que tanto habían anhelado Marc e lgnasi.
El guión de la pelea femenina también ha vivido un apasionante desenlace. Claudia Tremps ha hecho bueno los pronósticos y se ha impuesto con solvencia a todas sus rivales. Hasta ahí, todo normal. Lo estratosférico es el registro que ha firmado. Las 4h42m55s suponen un nuevo récord de la prueba desbancando a Eli Gordón por cinco minutos. Claudia Tremps ha sido arropada en el podio de las mejores por Elisabeth Martí, última ganadora, y Jenny Arasil. También cabe destacar la actuación de Jackeline Gómez y Tina Bes, que han formado dupla con Albert Alegre y Guillem Gibert para convertirse en el primer y segundo mejor equipo mixto. El tiempo final de ambas las habría colocado en el podio absoluto individual. Siguiendo el catálogo por equipos, la pareja formada por Felipe Gonzalez y Jordi Rabionet se ha convertido en el tándem masculino más rápido. Cabe destacar que Rabionet ya había ganado anteriormente la Express y el Trail.
La taquicardia ha continuado en el circuito Trail donde Arnau Aranda, Jonatan Mora y Ruben Hernández han firmado un final de infarto. Los palos entre los tres han sido constantes a lo largo de los 24 kilómetros con 1050 metros de desnivel positivo, pero nadie se ha podido escapar en solitario. Aranda ha sacado un punto extra de energía cuando subían las calles de Girona para coronarse campeón después de 1h53m44s de esfuerzo. Tan solo 22 segundos entre los tres integrantes del podio. Entre las chicas, Eva Montero e Irene Fuertes han quedado lejos de las 2h13m33s que ha firmado Ángela Castelló. La vencedora se reencontraba con la CMG cinco años después de su última victoria en Girona. Castelló sigue escribiendo parte de la historia de la carrera de montaña de la ciudad.
Al que también le queda mucha historia por escribir es a Jan Torrella, presente y futuro de este deporte. La condición de favorito no ha sido un impedimento por ser el mejor de los 15 kilómetros con 600 metros de desnivel positivo de la Express. Torrella ha completado el recorrido en 1h09m10s por delante de Josep Pagès y Quim Cassany. Por su parte, Paula Mata se ha llevado el título femenino atravesando la línea de llegada en 1h21m41s. Mireia Martínez y Aida Iglesias la han flanqueado en el podio de la distancia más rápida de la jornada.
Las tres distancias desembocaban en el casco antiguo de Girona, concretamente en la plaza Sant Domènec de Girona. Mientras los recorridos Express y Trail centraban toda su atención en este punto, los participantes de la Transgavarres se desplazaron hasta Palamós para tomar la salida des del mar. Entre medio: todas las Gavarres. Este macizo ha sido de nuevo el encargado de dar vida a la CMG. La máxima prioridad de la organización era no dejar huella en este espacio de interés natural detrás de su paso. Este es el ADN de Klassmark, organizar eventos respetuosos y cuidadosos con el medio. Solo así podremos seguir disfrutando de la carrera de montaña de Girona durante otros diez años.