Antonio de la Rosa, quien a cumplió los 50 años durante esta travesía, nació en Iscar, Valladolid, pero reside en la Sierra Norte de Madrid desde hace muchos años, ha conseguido una gesta histórica tras permanecer más de 76 días remando de pie sobre su embarcación de Paddle surf, fabricada especialmente en España para esta odisea, completando la difícil travesía oceánica que separa la Costa Oeste de Estados Unidos del archipiélago Hawaiano.
Durante este tiempo, Antonio ha permanecido completamente solo, con la única comunicación exterior de un dispositivo satelital especial que le ha permitido trasmitir por redes sociales el día a día de esta increíble aventura y hablar con sus familiares y amigos.
Antonio también ha contado con un pequeño dispositivo que mandaba su position en directo para demostrar que realizaba esta travesía y se ha podido seguir su progresión en directo a través de su web www.antoniodelarosa.net.
Antonio, a su llegada al Puerto de Waikiki, Honolulu, ha mostrado su sorpresa ante el recibimiento abrumador de los hawaianos, pero es que ha llegado desde el continente americano al lugar donde nació este deporte, es normal que se valore su gesta de manera especial en aquellas islas.
«Me siento cansado pero muy satisfecho, he tenido que superar unas difíciles corrientes cuando salí de San Francisco, fuentes vientos que me empujaban hacia el sur, varios huracanes que me han pasado cerca, grandes olas que sacudían mi pequeña embarcación como si fuera una lavadora, noches de insomnio, calor y humedad, pero estoy aquí, lo he conseguido, casi no me lo creo» ha comentado a su llegada.
Aparentemente bastante más delgado que cuando empezó, ha perdido 12 kilos, pero mantiene la energía y eterna sonrisa que le caracteriza. Ha comentado que ha comido bien, productos deshidratados y liofilizados en su mayoría, bebiendo agua de una desalinizadora que funciona con las placas solares que lleva la pequeña embarcación de 7 metros de largo e incluso se ha permitido el lujo de comer algún dorado que ha podido pescar.
Por último, ha querido agradecer la inestimable ayuda de las empresas que han contribuido a poder hacer realidad el sueño de este «Loco de la Vida».
No es la primera gran gesta oceánica de este sorprendente aventurero, ya que en 2014 participó y ganó la Travesía al océano Atlántico Rames Guyane a remo, y en el 2016 completó la primera circunnavegación a la Península Ibérica también en paddle surf.